Todos los caballos que conozco saltan
sobre los cuerpos muertos en la batalla.
Todos los alfiles lavan de las herraduras
el miedo del bando enemigo.
Nada es tan sanador como una caricia humana,
Bobby Fischer o Julio Granda.
Nadie contempla mejor una partida como la pieza
que queda hasta el final en el tablero.
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