sábado, 6 de julio de 2024

MONSTRUO.


-Mariana Finochietto-
 
Mi corazón
nunca aprendió de sutilezas.
Siempre fue un bello monstruo apasionado,
demasiado vivo,
demasiado intenso,
desmesuradamente solo frente al maundo.
Es bello aún,
tatuado de cicatrices,
como un viejo soldado de mil guerras.
Lo sostengo en mis manos.
Ya no quema.
Pero late,
emocionado,
porque se sabe ofrenda.
 

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