La
escritora moldava publica una cruda e íntima reflexión sobre las relaciones
materno-filiales que apela a la fuerza del amor y el perdón.
SINOPSIS: Aleksy aún recuerda el último verano que pasó con su
madre. Han transcurrido muchos años desde entonces, pero, cuando su psiquiatra
le recomienda revivir esa época como posible remedio al bloqueo artístico que
está sufriendo como pintor, Aleksy no tarda en sumergirse en su memoria y
vuelve a verse sacudido por las emociones que lo asediaron cuando llegaron a
aquel pueblecito vacacional francés: el rencor, la tristeza, la rabia. ¿Cómo
superar la desaparición de su hermana? ¿Cómo perdonar a la madre que lo
rechazó? ¿Cómo enfrentarse a la enfermedad que la está consumiendo? Este es el
relato de un verano de reconciliación, de tres meses en los que madre e hijo
por fin bajan las armas, espoleados por la llegada de lo inevitable y por la
necesidad de hacer las paces entre sí y consigo mismos.
Que
la lectura sirve para entretener, también, pero que sirve especialmente para
reflexionar, para sentir, para emocionarse y dejarse llevar. Y no cabe duda que
Tatiana Tîbuleac lo consigue con esta novela sobradamente.
La
novela narra la historia de Aleksy, un afamado y desequilibrado artista plástico
a quien su psiquiatra recomienda escribir sobre el último verano que pasó con
su madre antes que ella muriera por enfermedad, para solucionar un persistente
bloqueo creativo. El cuaderno comienza con un Aleksy enfermo de rabia y dolor
saliendo de una institución psiquiátrica, su madre va a recogerlo para pasar el
verano juntos, casi a rastras logra llevárselo a una pequeña población francesa
donde se instalaran los dos solos.
“El verano en
que mi madre tuvo los ojos verdes” narra la historia materno-filial,
enfrentados desde siempre pero que comienzan afianzar su reconciliación cuando
alquilan una casa para pasar los últimos días juntos. La noticia de que la
madre tiene cáncer y le queda poco de vida trastoca su relación y sentará las
bases para que el hijo conozca y vea a su madre más allá de sus brillantes ojos
verdes.
Bajo
esta premisa, la autora rumana, compone esta novela, un puzle desgarrador en
forma de diario, con piezas sueltas y escenas de dolor a la vez que de pura
ternura. La novela avanza sobre la transformación de ese vínculo mientras narra
el pasaje de la vida a la muerte. Destrozados por la muerte de su hermana, la
autora convierte el perdón en el eje central del libro. Una novela de
crecimiento.
Clasificaría
esta novela como una caja de truenos, un polvorín que estalla con impactos
emocionales continuados que agitan la conciencia del lector con escenas que
invitan a reflexionar sobre los problemas de las relaciones familiares y
humanas.
Os
habla en presente, pero evoca el pasado, la escritura terapéutica le permite a
la autora escribir esta novela en primera persona y os ofrece una estructura un
tanto caótica, similar al pensamiento.
Ya
de entrada, sorprende la narración por su estilo, en el que la autora utiliza
un tono directo, crudo, desacomplejado y cruel, con unas primeras frases que
hieren al lector en su primer contacto con la novela.
Va
cambiando los matices, el tono, la atmósfera, las relaciones entre los
personajes y el nexo entre el lector y la novela. La oscuridad de la historia queda
deslumbrada por la exquisitez de la narración.
Destaca
por su inmensa intensidad narrativa, dominando el lenguaje y el tiempo
narrativo a la perfección. Porque las palabras van surgiendo del texto y os
llegan de manera directa, poética y tremendamente visible sin necesidad de
forzar el lenguaje ni romper las costuras de un vocabulario escogido con
precisión. Tatiana trata de escribir con el lápiz de la sinceridad. Un brutal
testimonio que conjuga el resentimiento, la impotencia y la fragilidad. Una poderosa
novela que entrelaza la vida y la muerte
en una apelación al amor y al perdón.
Aleksy
es la voz del libro. Todo el peso interpretativo del argumento recae en Aleksy
y su madre. Son dos seres imperfectos que nos saben cómo amar pero que tienen
un tiempo limitado para fabricar recuerdos que no poseían.
Es
solo el contexto, la forma de situar a los personajes, para luego contaros el
enfrentamiento entre los dos, basado en hechos oscuros y traumáticos.
Solo
tendréis su propio punto de vista, subjetivo, puramente personal. Familia de
emigrantes polacos, padre maltratador y alcoholizado que los abandonó y un
hecho traumático: la muerte de su hermana pequeña por accidente. Despliegan un
odio enraizado en cada uno de ellos que lo arrastra en la primera parte de la
novela. De lo que él cuenta en su diario deberéis entresacar lo que piensan y
sienten los demás personajes de la historia, en concreto, su madre. La
conoceréis a través de las palabras de su hijo. Construye dos personajes que
están lejos de los estereotipos concretos. Pero también veréis un cambio y una
evolución en ellos. Construyes unos personajes precisos y humanos, asustados y
vulnerables, con detallado realismo y autenticidad.