Llegó
como llegan las cosas
que
no se esperan: de pronto
el
cielo estaba encendido de un color verde
opalescente,
los pájaros deseaban migrar, pero
se
estrellaban en círculos, el sentido
de
los cauces alterados, y la tierra
se
abría bajo nuestros pies
una
oleada de eventos, y una segunda
que
le siguió a esa, y una tercera,
fatal
al
día siguiente el sol salió
hubo
brisas, nada más
¿dónde
se había ido todo?
los
niños, los colectivos,
los
edificios, la pequeña
hierba
diente de león
donde
había una cosa, no estaba, ya,
la
ausencia de la cosa, parecía
que
jamás hubiera existido
algo
sobre la faz de la Tierra
de
repente todo estaba repleto
de
un silencio inédito
como
no me fue jamás posible imaginar.
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