jueves, 20 de septiembre de 2012

GATOS.


Un animal independiente con una personalidad tan especial que, inevitablemente, provoca tanto adoración incondicional como odios desmedidos. Si en una época fue objeto de reverencia para los egipcios, en otra se lo acusó de demonio compañero de brujas. Hoy, junto con el perro es el animal doméstico más difundido.
El autor Luis Antonio de Villena, en este poema, nos conduce recordando a través de sus palabras, a los compañeros de una infancia acompañada de un multicolor de impresiones y de emociones; altibajos tanto de felicidad como de tristeza que van cogidos de la mano.




Ilustración: Alex Carter.


Ahora me acuerdo de los gatos de mi casa.
De la vieja casa de mis abuelos,
llena de sol y uvas los veranos
y de nieve y de leña los inviernos…
Mariposa era blanca y negra…
Tabita (a la que yo más quise)
plural de colores vivos.
Gatos comunes y preciosos,
ágiles, mimosos, esbeltos,
que me devuelven a una infancia
que a ratos creo triste
y otros días feliz y luminosa,
como los años en que ocurrió,
tan luminosos y oscuros…
Preciosos gatos de mi infancia,
acordáos de mí desde el cielo de Mut.
Yo soy (lo sabéis bien)
aquel niño que os quiso tanto
y que siempre tenía nostalgia.
Soy la melancolía de la melancolía.

Poesía: Luis Antonio de Villena.

Ilustración:Tony Meeuwissen.

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