lunes, 28 de julio de 2014

CUANDO SE FUE EL MAESTRO.



Cuando se fue el maestro
la luz de esta mañana
me dijo: Van tres días
que mi hermano Francisco no trabaja.
¿Murió? Sólo sabemos
que se nos fue por una senda clara
diciéndonos: Hacedme
un duelo de labores y esperanzas.
Sed buenos y no más, sed lo que he sido
entre vosotros: alma.
Vivid, la vida sigue
los muertos mueren y las sombras pasan
lleva quien deja y vive el que ha vivido.
!Yunques sonad; enmudeced campanas!
Y hacia otra luz más pura
partió el hermano de la luz del alba,
del sol de los talleres,
el viejo alegre de la vida santa.
Llevad amigos
su cuerpo a la montaña
a los azules montes
del ancho Guadarrama.
Allí hay barrancos hondos
de pinos verdes donde el viento canta.
Su corazón repose
bajo una encina casta,
en tierra de tomillos, donde juegan
mariposas doradas.
Allí el maestro un día
soñaba un nuevo florecer de España.

domingo, 27 de julio de 2014

LA PALABRA MÁS HERMOSA. Margaret Mazzantini.


La palabra más hermosa de Margaret Mazzantini es uno de esos libros que me han producido una sensación tan íntima, que me ha emocionado de tal forma que es realmente complicado traducir a palabras lo que he sentido durante su lectura y en los días posteriores a su finalización. Historia intensamente humana, una novela que rinde homenaje al arte de la literatura
 

 SINOPSIS: Una llamada inesperada despierta a Gemma en Roma. En ella se le comunica la inauguración de una exposición de fotos en Sarajevo del que fue su marido, Diego, fotógrafo free lance, y padre del hijo que con ella vive. Al momento decide ir con él y así se lo comunica a la vez que a su actual pareja. Será la ocasión de volver a enfrentarse a los fantasmas del pasado y recordar su paso por esa dramática ciudad. Pero será también la oportunidad de que su hijo Pietro de dieciséis años descubra el sitio en el cual nació y del que no conoce nada. Un hijo despreocupado que pasa de todo en la vida y lo tiene todo resuelto. Una madre que quiso tener a toda costa un hijo del hombre que más amaba en la vida y lo consiguió a un muy alto precio.  Una ciudad sumida en un infierno constante. Estos son los comienzos de nuestra trayectoria.






 
La historia está narrada en primera persona por Gemma combinando dos hilos temporales de forma magistral sin perderte en el argumento de la historia, los saltos de un momento a otro de la vida de la protagonista se producen sin confusión alguna y enlazan sin artificio el presente con el pasado.
Y todo esto nos lo cuenta la autora con una prosa sobria, descarnada, de las que te dejan totalmente destrozado tras su lectura. Margaret Mazzantini, casi sin que nos demos cuenta, nos adentra en el complejo mundo interior de Gemma y nos desnuda su alma de tal forma que somos felices cuando ella es feliz y sentimos su dolor de la misma forma que cuando ella sufre.
Es una novela totalmente hermosa con personajes especiales y bien tratados. Marcados por las huellas que dejan el horror de la guerra: la muerte, la violencia, la maternidad;  marcando sus vidas donde el recuerdo del pasado comprometerá su presente y su futuro.
Una descripción de los lugares y del contexto de la época que te hace vivir y sentir, no sólo las emociones y sentimientos de los personajes, sino el ambiente en el que discurría la historia. Estilo exquisito, novela deliciosa, trama envolvente. Realmente es una novela que llega al alma, escrita con muchísima delicadeza y un ritmo acertado que consigue intercambiando los tiempos verbales y usando solo el presente para hacer hincapié en aquellos fragmentos más delicados, más profundos, que más le llegan al propio lector. Hay que quitarse el sombrero. Y si encima lo hace sin pretensiones, llamando a las cosas por sus viejos y gastados nombres y a través de una estructura convencional.

Sí, me ha hecho sentir vivo, porque todo el libro no deja de ser también una pugna entre la vida y la muerte.

 

sábado, 26 de julio de 2014

SI DICES UNA PALABRA MÁS.



Ilustración Mister Renfield.
 

Si dices una palabra más,
me moriré de tu voz,
que ya me está hincando el pecho,
que puede traspasarme el pecho
como una aguda, larga, exquisita espada.

Si dices una palabra más
con esa voz tuya, de acero, de filo y de muerte;
con esa voz que es como una cosa tangible
que yo podría acariciar, estrujar, morder;
si dices una palabra más
con esa voz que me pones de punta en el pecho,
yo caería atravesada, muerta
por una espada invisible,
dueña del camino más recto a mi corazón.

viernes, 25 de julio de 2014

LA CASA QUE IBA AL AGUA.



 

Breve vino la mano a ser del mar
la ola, hablado el pelo hasta la orilla,
una charca de voces y eléctricos cristales,
una manta de arena por la playa
cayendo de la noche, hacia el abismo,
una rosa en la luz
sentada ante la casa que iba al agua
a refrescar sus ojos, su silencio,
más allá del olvido, de unos labios
cerrándose en el frío de la muerte.

Poema del libro: "Azotea marina"