lunes, 27 de febrero de 2017

NO ME DEJES. Màxim Huerta.



La pluma de Màxim Huerta es especial no puedo empezar la reseña de otra forma. Un autor que sabe crear una atmósfera irresistible en sus libros. Una manera de narrar muy característica, personal. El título de la novela va directo al corazón con billete de ida y vuelta. Es el primer libro que leo del autor, espero que no sea el último. Pendiente quedan por leer sus cuatro novelas.

SINOPSIS: «Al señor Dominique Brulé le gusta llegar de noche a su floristería. Siempre cierra los ojos antes de encender las luces y les da un tiempo a sus plantas para que se coloquen porque imagina que han estado toda la noche mezclándose unas con otras. Nunca las pilla en movimiento, un día sucederá. Cuando inauguró la tienda pensó encerrarse y dejarse morir, pero al ver que las tímidas siemprevivas sobrevivían sin agua después de semanas sin atención alguna, se dio cuenta de que él también podría vivir sin su amor».
L’Étoile Manquante, la floristería del señor Dominique, es el lugar preferido de Mercedes y Tilde, dos españolas que llevan más de cuarenta años trabajando en Francia. Las dos creen que están solas, porque a Mercedes la abandonó su marido nada más cruzar la frontera y Tilde no fue capaz de encontrar a quien la quisiera. Un buen día, se instala en sus vidas un huracán encarnado en la joven Violeta, que llega de Madrid huyendo de un amor que se empeña en perseguirla.






El argumento gira en torno a varias generaciones de españoles que llegaron a París, por obligación o por voluntad propia, en busca de una oportunidad y que se reúnen siempre en una floristería. La novela está llena de gente solidaria pero cada uno tiene una historia que merece ser contada.
Porque “No me dejes” es una historia tejida con varias historias, las de sus protagonistas, que se van mezclando y produciendo cambios unas en otras tan suavemente que apenas son perceptibles; de forma que, éstos no parecen darse cuenta.
Durante la novela nos encontramos ante situaciones familiares cotidianas: soledad, desengaños, viajes, miedos… pero sobre todo amor. Mediante flashbacks seremos testigos del pasado de nuestros protagonistas, del dolor del que huyen o con el que han sabido convivir toda su vida, muy a su pesar. El argumento de la novela nos presenta distintas historias de amor. Historias de distintos amores, en el más amplio sentido de la palabra: amor enamorado, amor fraternal, amor de amistad, amor de juventud, amores maduros. Nos habla de amores vividos, de amores soñados, de amores robados. E incluso, de amores improvisados. Pero, a la vez, de perder cada uno de esos amores. De volverlos a encontrar.
Otro rasgo que nos plantea el argumento es un viaje interno, en el que todos podemos sentirnos reflejados en alguna de las etapas de nuestra vida. Porque todos, de una manera o de otra, amamos o hemos amado. Ofrece la oportunidad de reconstruirse gracias a las pequeñas cosas, la posibilidad de juntar fragmentos de felicidad, como cristales de luz, para componer una existencia en la que no puede faltar el amor ni la risa.
Este libro es una historia de la infelicidad brillante, o de la felicidad oscura, como más os guste. Porque la vida no es nunca en blanco y negro; es amarga y dulce, adolorida y significante, trivial y llena de coincidencias y contradicciones. A su vez, a medida que vamos adentrándonos en la historia, el autor ha tenido la delicadeza de ir añadiendo fragmentos de la canción francesa: “No me quitte pas” de Jacques Bel que aportará un toque dulce a la historia y nos hará sentirnos parisinos por momentos.
Pero ante todo es una novela que está caracterizada por un denominador común: los personajes.

Cuando empieza nuestra vida no siempre transcurre como esperamos y esto es lo que sucede a los personajes de esta novela, que nada sucede como esperaban y deben aprender a convivir con ello, a continuar su vida de la mejor forma posible y la peor, solos. Así, de esta manera natural, uniendo las vidas de todos estos personajes el autor creará un combo maravilloso que refleja a la perfección cuán necesarios somos para quienes menos lo esperamos. Puesto que, todos tienen un nexo de unión: el abandono.
En “No me dejes” nos encontramos con unos personajes entrañables, llenos de ternura, de humanidad, cuyo vínculo es la soledad. A través de la cual tejen una amistad resultado de la compañía que todos ellos necesitan. Unos personajes, que cada uno de ellos, se queda su parcela para sí mismo sin compartirla con los demás -quizás porque les da un poco de vergüenza admitir sus debilidades.-
Estamos ante una historia en la que la vida de los personajes es el gran fundamento de la historia. Cada uno de ellos tiene un pasado del que a veces es mejor huir o del que cambiarían si la fuerza del tiempo les ayudará. Pero parece que, cada uno, han sido predestinado a juntarse y a que el rumbo de sus vidas dé un cambio hacia la felicidad. Si bien, habrá ocasiones, en que serán los propios personajes los que tomarán la palabra, e incluso dictarán al propio narrador lo que debe decir. Como si tuvieran vida propia. En mi opinión otorga al libro una mayor cercanía y consigue que cojamos mucho cariño a sus personajes.
Hace de las cinco vidas insignificantes un mapamundi de emociones y de encuentros, de decisiones e ilusiones que nos conmueven y nos descolocan a la vez, igual que la vida misma.
Todas las historias merecen ser contadas, aunque quizás algunas más que otras.

Lo que consigue Màxim es un relato en el que el lector se siente implicado, se siente cómplice de todos ellos y pasa a formar parte, de alguna manera, de la novela. Es decir, es una novela trampa, porque nos da mucho sin regalarnos nada. Pero la sorpresa estalla pasadas las primeras páginas. Cada oración está preñada de magia y de amor; amor por la música, el cine, la literatura y las flores. Si hay que destacar un aspecto de la novela son las flores, que cobran vida y magia, y son quizás, el personaje más vivo, más tierno , más mágico, más presente.
Esta obra instala el argumento en la vida de los personajes, de ahí que, la trama no tiene carácter por sí sola, sino que consiste en ir conociendo la evolución de cada uno de ellos. El narrador va intercalando las rutinas, pensamientos y sentimientos de un puñado de protagonistas que darán luz al libro.
Está escrito con una delicadeza extrema, cuidando cada palabra, cada detalle y cada pensamiento, brindándole a la lectura un ritmo pausado pero constante, un ritmo marcado por los sentimientos de los personajes. Ese modo que tiene de envolverte en la narración, en sus palabras, que de pronto te sientes tan bien, tan a gusto, que descubres que una sonrisa aflorado a tus labios.
El autor valenciano, nos regala una mezcla de vivencias que hace que pases las páginas de la novela queriendo avanzar a pasos cortos y de puntillas, para no molestar a ese narrador, que magistralmente va cambiando para ser siempre el mismo.
Pero es más, es una novela de evolución, de riesgos, donde abandona la comodidad del escritor narrativo para jugar con el lector, para hacerle partícipe de la historia, para que sufra, se emocione, se estremezca y juegue el mismo juego que la vida de sus protagonistas. Una novela íntima y pura. Una historia en la que los caminos se cruzan y se enredan para poder seguir cada uno con el suyo. Un relato que, si eres un poquito humano, desde luego no te dejará indiferente.

“No me dejes” es una novela muy especial, reflexiva y emotiva, que con sus misterios, te mantendrá pegado a sus páginas queriendo saber más. Más sobre el pasado, más sobre el presente, pero sobretodo, más sobre el futuro de sus protagonistas. La finalidad de la novela es un homenaje a todas esas personas que creen que no les pasa nada en la vida y sospechan que  lo bueno siempre les sucede a los demás. Pues bien, todos tenemos una historia que merece ser contada.
Un libro para disfrutar y sentir. Toca el corazón y el alma.


domingo, 26 de febrero de 2017

TRECE AÑOS.



Ilustración autor desconocido.
 



Trece años, mechón rubio

sobre los ojos precoces que declaran

alerta y deseo; un vago gesto

en los labios de chiquillo rebelde, vicioso.



En la sala, aislado en una esquina

está leyendo poemas descarados

de Musset, mientras los otros ejercitan

reclinados sobre sus escritorios.



El preceptor pasa, él disimula

fingiendo trabajar ardientemente,

inmaculado, en orden y concentrado

en algún deber nebuloso.



Pasa el peligro y reanuda azorado,

al instante su absorbente lectura,

acomodando su postura con sigilo

para perderse en la sombra más profundo.



Sin que nadie adivine, cuela su mano

en un bolsillo agujereado, acaricia

lentamente su juguete, cierra los ojos.

¡Soñando como un voluptuoso gato!

sábado, 25 de febrero de 2017

DEFINICONES.







Hermosura:
vislumbrar tu silueta
entre cientos de siluetas hermosas;
fácil es distinguirla,
sólo la tuya brilla con luz propia.

Locura:
imaginarte despierta
entre mis sábanas desnudas,
saciada y cubierta de pétalos de rosa.

Belleza:
acariciar tu vientre terso y suave
como brizna de hierba
que crece en los manantiales.

Alegría:
percibir tu aura transparente y pura
que me llena de energía positiva,
inagotable, incombustible, que perdura.

Gozo:
sentirte cerca a pesar de la distancia física,
girar el pomo de tu puerta
abriendo tu estancia infinita
y entrando, sin llamar, en ella.

Lujuria:
no tiene metas
si tú vienes a inventarla
con la escuadra y regleta
de tu esencia diáfana.

Dicha:
explosión que tu mirada emana
de esos ojos que brillan sonrientes,
ojos que proyectan chispas y metralla,
metralla de luz que atrae a mi suerte.

Amor:
tu sola presencia.