lunes, 24 de diciembre de 2012

FELIZ NAVIDAD.

 


SALUDOS, AMIGOS. 
 
Ilustración Sara Latham.
 
Solo llevan ilusiones
y deseos de emoción.
No están llenos los paquetes
¡sólo pompas de color!
Hemos metido, ahí adentro,
un sueño que nos soñó,
un abanico del viento,
un carrusel de canción.
Dentro, como si jugaran,
están los sueños, la voz,
el tiempo de los juguetes
y un petirrojo veloz.
También creo que metimos,
si mal no recuerdo yo,
abrazos, besos y risas,
rostros de polvo de arroz
y el cariño que ponemos
en envolver el amor.
Y ya están al pie del árbol
por si se llenan y son.
¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!
 
 

RECETA PARA CONSTRUIR UN NACIMIENTO.
(Luis López Anglada)
 
 Ilustración Laure Fournier.
 
Tomad papel de plata: haced un río
y colocad encina de él un puente;
fabricad un portal; ponedle enfrente
de papel y cartón un caserío.
Simulad la blancura del rocío
con un poco de harina y, suavemente
hacedla que descienda lentamente,
como la nieve cae, blanca de frío.
Colocad las figuras una a una,
la Virgen y José junto a la cuna
y en ella el Niño, en el pesebre echado.
Y si después que todo lo habéis hecho
sentís que hay una estrella en vuestro pecho,
es que está el Nacimiento terminado.
 

EL REGALO DE NAVIDAD.
(Rubén Dario) 
 
Ilustración Susan Michell.

En las cercanías de Belén se para
el cortejo. ¿A causa? A causa de que
una dulce niña de belleza rara
surge ante los magos, todo ensueño y fe.
¡Oh, reyes! —les dice—. Yo soy una niña
que oyó a los vecinos pastores cantar,
y desde la próxima florida campiña
miró vuestro regio cortejo pasar.
Yo sé que ha nacido Jesús Nazareno,
que el mundo está lleno de gozo por Él,
y que es tan rosado, tan lindo y tan bueno,
que hace al sol más sol, y a la miel más miel.
Aún no llega el día… ¿Dónde está el establo?
Prestadme la estrella para ir a Belén.
No tengáis miedo que la apague el diablo,
con mis ojos puros la cuidaré bien.
Los magos quedaron silenciosos. Bella
de toda belleza, a Belén tornó
la estrella y la niña, llevada por ella
al establo, cuna de Jesús, entró.
Pero cuando estuvo junto a aquel infante,
en cuyas pupilas miró a Dios arder,
se quedó pasmada, pálido el semblante,
porque no tenía nada que ofrecer.
La Madre miraba a su niño lucero,
las dos bestias buenas daban su calor;
sonreía el santo viejo carpintero,
la niña estaba temblando de amor.
Allí había oro en cajas reales,
perfumes en frascos de hechura oriental,
incienso en copas de finos metales,
y quesos, y flores, y miel de panal.
 
 
LA VIRGEN SONRÍE...
(GLORIA FUERTES)
 
Ilustración Lisa Alderson.
 
La Virgen,
sonríe muy bella.
¡Ya brotó el Rosal,
que bajó a la tierra
para perfumar!
La Virgen María
canta nanas ya.
Y canta a una estrella
que supo bajar
a Belén volando
como un pastor más.
Tres Reyes llegaron;
cesa de nevar.
¡La luna le ha visto,
cesa de llorar!
Su llanto de nieve
cuajó en el pinar.
Mil ángeles cantan
canción de cristal
que un Clavel nació
de un suave Rosal.
 
 
UN ÀNGEL... (Júlia Costa.)

Ilustración Marina Terauds.
 
Un àngel fet d’espurnes de misteri,
amb una túnica d’un blanc indefinit,
tradicional, amb un posat eteri,
i un somriure entre murri i divertit,
ha sorgit des del fons de la pantalla,
en connectar-me al meu ordinador,
de nit, quan adormit el carrer calla
i el silenci ensopeix el meu racó.
 
-Ja ve Nadal, no et torbis, és desembre
-m’ha dit des de la pàtria virtual-
que cal, malgrat la crisi, fer com sempre,
i anar a Betlem seguint el camí ral,
del google maps. Doncs ja els moderns pastors
cerquen la ruta en els ordinadors.

viernes, 21 de diciembre de 2012

LA EXPERIENCIA.

 
Ilustración Pascal Chove.
 
 
Todas sus lágrimas las reservaba para los indefensos.  
-¿Aún llora?
-Cuando duermo. En ocasiones me despierto con la almohada empapada, lo cual nada tiene que ver con el miedo, sino con la amargura.
-Mientras lo tenga en la memoria, continuará con vida…
La intención era servirle de consuelo, pero evidentemente no consiguió el efecto deseado, puesto que al dueña de la casa le respondió en tono despectivo.
-¡No me vuelva con bobadas y lugares comunes…! –dijo-. Supuse que con su experiencia sería capaz de explicarme por qué razón un determinado rostro, un casa, una escena, un instante sin aparente importancia se nos graba, no obstante, en la memoria para regresar a nuestra mente demasiado a menudo, mientras otras cosas en verdad importantes se olvidan. Pero tengo la impresión de que no lo sabe.
-No creo que nadie lo sepa.
-¿De qué le sirve entonces la experiencia?
-Para admitirlo… -replicó casi al instante-. La experiencia nos devuelve a lugares conocidos, nos conduce a aquellos que hubiéramos deseado conocer y demuestra que nos hemos quedado a mitad de camino; tener el valor de reconocerlo o no, ya es otra cosa.
-Por lo que veo, usted lo tiene.
-Eso no se llama valor, se llama resignación, quería amiga. Mi meta se quedó tan lejos que ni con otra vida igual de larga la cruzaría, pero no estamos aquí para hablar de fracasos, sino para que me continúe hablando…
 


LADRÓN DE REALIDADES.

 

El lenguaje ha creado la palabra soledad para expresar el dolor de estar solo; y ha creado la palabra soledad para expresar la gloria de estar a solas.

jueves, 13 de diciembre de 2012

TE ECHO DE MENOS.


Ilustración Ben Kimura.
 
 
-Te echo de menos.
Estaba sufriendo una tortura. Intentó atrapar un pedazo de amor, un hilo del que poder tirar, enhebrar, fruncir, bordar, zurcir, hasta hacer un gran pompón. Se hundió en la mirada de Lucas, hundió sus grandes ojos abiertos, buscó, buscó. ¡No podía desvanecerse así como así! Buscó un trozo de hilo en sus ojos, en su boca, en el escote de su manga, me gustaba acurrucarme allí, cuando dormíamos juntos, percibía su brazo reteniéndome, se sentía emocionado, cerraba los ojos para retener esa imagen. Buscó, buscó pero no encontró el extremo del hilo. Emergió a la superficie con las manos vacías.


LADRÓN DE REALIDADES.




Tómate tu tiempo: Para soñar, descubrir, disfrutar, inventar, reír, saborear, imaginar, llorar, sentir, vivir...

martes, 4 de diciembre de 2012

LADRÓN DE REALIDADES.



"El Amor es el Arquitecto del Universo."
Hesiodo.

TRANSPARENCIA EN EL BORDE DE TU SER.

 


Miro su cara. No solo le miro la cara, sino también dentro de él. Cada poro, cada peca, cada pelo fino y tenue. Y luego las capas inferiores. La carne y los huesos, la sangre y el cerebro, hasta la energía incognoscible que se agita en su seno, la fuerza vital, el alma, la fuerza ardiente o la voluntad que le convierte en algo más que carne, recorriendo todas las células y uniéndolas en millones para formar su persona. ¿Quién es este chico? ¿Qué es? Lo es todo. Su  cuerpo contiene la historia de la vida, recordada en forma de sustancia químicas. Su mente contiene la historia del universo, recordada en forma de dolor, alegría y tristeza, odio y esperanza y malos hábitos, cada pensamiento de Dios, pasado, presente y futuro, recordado sentido y anhelado al mismo tiempo.
-¿Qué nos queda? –suplica él, confundiéndome con sus ojos, los inmensos océanos de sus iris-. ¿Qué nos queda?
Yo no tengo una respuesta que darle. Pero le miro la cara, las pálidas mejillas, los labios rojos rebosantes de vida y tiernos como los de un niño, y entiendo que le amo. Y sí, él, lo es todo, tal vez eso baste como respuesta.
Atraigo su cara hacia mí y lo beso.
Aprieto sus labios contra los míos. Tiro de su cuerpo contra el mío. Él me rodea el cuello con los brazos y me aprieta fuerte. Nos besamos con los ojos abiertos, mirando fijamente las pupilas del otro y las profundidades que contienen. Nuestras lenguas se saborean, la saliva fluye, y él me muerde el labio, me perfora la piel y chupa gotas de sangre. Noto que la muerte que llevo dentro despierta, que la fuerza antivital emerge hacia las relucientes células de él con intención de oscurecerlas. Pero cuando llega al umbral, la detengo. La retengo y la controlo, y noto que él hace lo mismo. Sujetamos ese monstruo rebelde entre nosotros de forma implacable, nos abalanzamos sobre él con determinación y furia, y algo ocurre. Cambia. Se deforma y se retuerce y se vuelve del revés. Se convierte en algo totalmente distinto. Algo nuevo.
Una oleada de sufrimiento extático recorre todo mi ser, y nos separamos jadeando. Noto en los ojos un profundo e intenso dolor. Miro los suyos y veo que sus iris relucen. Las fibras se mueven, y su tono empieza a cambiar. El vivo azul celeste pierde intensidad y se transforma en gris, luego titubea, vacila, parpadea y vuelve a relucir como dorado. Una brillante solar que no he visto en ningún ser humano. Cuando eso ocurre, mis senos nasales cobran vida con un nuevo olor, algo similar a la energía vital de los seres vivos pero también es mío.
Emana de nosotros como una explosión de feromonas, tan fuerte que casi puedo verlo.