domingo, 25 de febrero de 2018

LLENÇOL DE RAS.



Ilustración Ricardo Leite.
 

Llençol de ras
o de la seda de la Xina,
tant és ja que és a terra,
llit humit de nit flamejant,
les llengües amb saliva
i les mans als punts ferotges,
borrissol d’un pit
amb els mugrons erectes
que demanen llengua selecta,
els ulls giren com baldufes
i els semalers són plens de saba;
llisca la suor fetillera
per l’esquena turgent,
les mans són coloms
d’immaculades plomes blanques,
llavi mossegat a corre-cuita,
els gemecs en són la música,
crineres d’estalzí i de ruda,
la paraula porca que encén
encara més els tions de la foguera:
mística horabaixa
en què els cossos en són un,
per pura complaença,
car la llibertat ho mana,
misteris sublims de vida plena.

viernes, 23 de febrero de 2018

PAISAJE CON CAMPANAS.



 Ilustración autor desconocido.

-Julio Aumente-



Son ya las seis y media y es domingo. Febrero

trae uno de sus días soleados y dulces

en los que ya se siente rozar la Primavera.



Desde este mirador veo Córdoba: sus torres

y sus casas bañadas en el sol de la tarde,

con un silencio apenas roto por unos pájaros

o por llantos de niños en las casas cercanas.



A veces toda la ciudad vibra entera

y el aire es dulcemente rasgado

por la campana de un convento que toca a Vísperas.

Primero es el Císter, luego la Encarnación,

lejos se oyen apenas Santa Isabel y el Corpus.



Después viene el silencio a dominar de nuevo.

Por la campiña se vuelve el aire tenuemente violeta

y en la sierra los montes oscuramente azules,

¿acaso no es la tarde como una nueva aurora?

San Jerónimo cubre su perfil de naranjas.



Un rumor de caballos sube desde la calle.

Las campanas repiten su llamada insistente

y los pájaros huyen de las torres. El Ángelus

se extiende en toda Córdoba entre sol y silencio.



En la blanca azotea de un convento apartado

del mundo por ligeras celosías de madera,

una monja recoge las ropas ya secadas.



La última campana ha cesado. Imperceptiblemente

la tarde va dejando jirones de sí misma

en las cumbres más altas de Sierra Morena.



Lejos hacia Granada las luces van huyendo

y ni un rayo de sol queda ya en los tejados.



Los jardines ocultos van despertando al frío

y de un balcón oscuro surge un rumor de música.

La noche viene lenta casi como la muerte

que se espera, no llega y de pronto ha llegado.

martes, 20 de febrero de 2018

MI RECUERDO ES MÁS FUERTE QUE TU OLVIDO. Paloma Sánchez-Garnica.



Descubrí a Paloma Sánchez-Garnica con “La sonata del silencio”, una historia inolvidable, y ya no me cupo duda que volvería a leer a la autora. No es necesario recalcar que su nombre se encuentra entre los grandes de la literatura española. No es ningún secreto.
Para titular la novela toma prestado un verso de un poema de Carlos Augusto Salaverry, poeta y dramaturgo peruano del Romanticismo de mediados del S. XIX: “Mi recuerdo es más fuerte que tu olvido / mi nombre está en la atmósfera, en la brisa / y ocultos a través de tu sonrisa / lágrimas de dolor.”


SINOPSIS: Una brillante carrera como juez, el respeto de quienes la rodean, una vida independiente... Carlota lo tenía todo para ser feliz. Sin embargo, siempre le faltó una Navidad. Cuando a los doce años su madre le reveló el gran secreto, Carlota supo que ya nada volvería a ser igual. La palabra «bastarda» se convirtió en un estigma para ella. La palabra «familia» no volvió a significar lo mismo. La llamada de su padre moribundo muchas décadas después la obligará a debatirse entre el deseo de saber y la necesidad de huir.
Con la magnífica cadencia narrativa que caracteriza a Paloma Sánchez- Garnica, la autora de La sonata del silencio entreteje una novela emocional, capaz de generar una intriga permanente en el lector y cuyos personajes perfilan con maestría esta historia de secretos y mentiras.









En esta ocasión, la autora, abandona los tiempos de la posguerra y la novela histórica que habían caracterizado a sus anteriores libros. Nos presenta una saga familiar situada en la actualidad, aunque habrá algunos “Flashbacks” a los años 50 y 60 para ayudar a entender el porqué de muchas de las situaciones que han provocado los misterios y secretos actuales.
Así como para situar y entender las actitudes de muchos de los personajes de la historia.
Paloma Sánchez-Garnica nos ofrece un retrato fiel de un tiempo y una sociedad, tan diferente a la actual, en que la situación de las mujeres tan poco tenía que ver con la actualidad.
La ficción de esta novela se teje a lo largo de varias décadas, desde una difícil etapa de nuestra historia, una época en la que el silencio era el bien más preciado y sobre cuyo molde se iban construyendo con enormes piedras los grandes dramas familiares. Unos dramas que marcaron la vida de varias generaciones.
El hilo conductor arranca en un verano en el que carlota ya se está haciendo mayor, le pide explicaciones a su madre sobre la situación familiar. Empieza a darse cuenta cómo la trata mucha gente y los comentarios que surgen en torno a ella.
Ya en la edad madura, la protagonista es una brillante juez, vuelve a reencontrarse con los fantasmas del pasado. Unas sombras que, sin embargo, nunca se habían ido de su lado.
Unos fantasmas que, pese a estar adormecidos, han ido marcando cada uno de sus actos a lo largo de su vida. Nuestra protagonista ve como su mundo se tambalea cuando descubre que su verdadera historia empieza el día que su madre le revela un terrible secreto.
Por esto, utilizando este hecho como detonante, nos vamos a sumergir en una historia que ahonda las relaciones familiares y en las emociones, sobre todo en las que tiene que ver con la infancia, los engaños y mentiras que se pueden haber tejido alrededor de la vida familiar y en las relaciones de cada uno de sus miembros.
Nos vamos a encontrar una novela con muchos y variados temas que van hacer reflexionar
Desde el perdón como elemento liberador, pasando por la mentira, lo secretos, el dolor.
Una novela que tiene mucho que ver con la sumisión a las convenciones sociales y el miedo a enfrentarse a la realidad y atesorar el valor suficiente para tomar la decisión de buscar un camino propio en la vida.
El lector afrontará entre estas páginas, relaciones tóxicas en el matrimonio, entre madres e hijas, relaciones abocadas irremediablemente a la infelicidad. Serán testigos de maltrato psicológico, como eje central, ese que es tan sutil que a veces la víctima no se da cuenta que lo está sufriendo: el de la falta de respeto, el menosprecio, el insulto.
Todo esto y más tienen cabida en una trama potente, con unos personajes sólidos, que sin tener un ritmo vertiginoso, mantiene una tensión narrativa creciente que os tendrá en vilo hasta el desenlace.

“Mi recuerdo es más fuerte que tu olvido” es una novela coral con multitud de personajes que de manera directa o indirecta están relacionados con Carlota, la pieza central de la trama. Una mujer que se ha visto obligada revestirse de una coraza para enterrar su dolor, aun consciente de que no estaba más que dormido. En este caso, hay muchos que brillan con luz propia, ya que por ella transita todo un elenco de personajes con gran personalidad, protagonistas a su vez de las historias que la autora va entretejiendo para conformar la trama principal de la novela. Cada uno está trazado con tanto mino, con pulcritud que es imposible no sentirlos cercanos; algunos nos provocarán rechazo, otros penas, ternura… pero ninguno dejará indiferente. La mayoría de ellos tienen un denominador común: sus vidas están vacías, algunos van a la deriva; unos por sus propios errores y otros arrastrados por decisiones ajenas.
Es una novela de mujeres. De mujeres que “se encuentran donde no quieren estar”. Mujeres mal casadas, mal amadas, sometidas, humilladas, dependientes y, en muchas ocasiones maltratadas psicológicamente y físicamente. Cada una tiene su historia y por qué ha llegado donde están. Viven vidas equivocadas pero no por su propia decisión, sino por la del otro.
A través de todos los personajes, la autora hará vivir al lector mil y una emociones y lo involucrará en una historia de secretos familiares que se verán aderezados con otras subtramas, incluido un crimen.

En esta novela se alternan dos planos temporales. De una parte conoceremos a la familia Balmaseda en la actualidad y, de otra, a través de los recuerdos de los protagonistas, retrocederemos muchos años atrás para vivir en una España muy diferente. Un escenario tan acertado el que crea la autora que consigue trasladar en el tiempo hasta ese Madrid de antaño donde se palpa la represión. Una España de diferencias sociales muy marcadas en la que los actos de mujeres y hombres se medían con diferente rasero.
Con este punto de partida comienza la narración lineal de una historia llena de dolor y de secretos familiares.
La prosa de la autora es impecable, una auténtica delicia: suave, cuidada, elegante.
Con un estilo fluido, cadencioso y envolvente; conforma una historia llena de silencios e intrigas y un misterio creciente que os tendrá atrapados a la historia; urdiendo una tramas que se entretejen con maestría, con una prosa clara, ágil, directa y unos diálogos muy trabajados, realistas y visuales, que hacen en su conjunto un libro veraz, tanto por lo que cuenta como por los personajes que la transitan con una disección psicológica perfectamente caracterizada.
La escritora madrileña con su buen hacer arrastra  por un laberinto de secretos, mentiras, traiciones, rencillas y dolor en todos los sentidos junto con el poder liberador y catártico del perdón subyace desde la primera página y acompaña al lector por una narración plagada de emociones.

Aun cuando nos cuenta una historia totalmente ficticia, aunque la idea inicial de la novela es real según comento la autora. No queda más que aconsejar su lectura, ya que es una novela redonda, que proporciona todo un torrente de emociones a través de una trama muy jugosa y poco a poco, conforme vais tirando de la madeja, cada pieza encaja en su sitio.