domingo, 5 de febrero de 2017

BAJO LA SAL.




Estamos dos señales bajo la sal. Tomo de a dos tus manos

y corrijo sus goznes. Qué decirte que no emane de lo que dejé en tu seno.

Estamos a raíz bajo la sal/ sin esa posibilidad de eternos

trescientos treinta y seis minutos de mi tarde. Había varios de nosotros

bajo la sal pero sólo dos tenían pan

pero amarradas bocas para el choque. Leíamos a Uribe, un dandy

te decía para lamer los párpados, ajar nuestros costados.

Dónde quedó esa suspensión del pulmón

al retener el aire. Es que estamos

a más a varias a muchas señales bajo la sal.

Faltaba tu deseo. Hay marcas hay muchas marcas bajo la sal.

Espeso el labio ahora cruza tu mejilla y te pliegas/ lienza que ato a mi revés.

Bajo la sal seguimos. No tengo la temperatura

que hizo amoldar tu cuello/ tu grosor de ojo. No es Armando/ es tu mordaza/ lo que las

palabras escribieron: bajo la sal/ en villa/ sin soldada.

Me queda fijar el iris sobre la ropa muerta/ Sobre tu estela tenue.

Sobre ella hay otro iris.

Bajo ése

está la sal,



amor.



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