viernes, 4 de mayo de 2018

MAYO EN BESO.



 



 Mayo dulce y procaz, lento, maduro,



 lasitud de tu nombre entre las rosas,



 -un cielo abierto con puñal de lunas-



 y en la noche olores a promesa



 y a retama florida,



 en tus  brazos de amor desparramados



 se vacían los besos,



 y mayo añil y ardiente,



 enardecido,



 rompe la grama el verde y el silencio,



 tallecen en tus manos las palabras



 hasta rasgar la boca



 y el suspiro,



 y el duelo de la tarde que se triza



 hacia las nubes rosas trasmontanas,



 y mayo blanco al viento,



 entre los trinos,



 -los ojos de  sabor y  lejanía-



 y el tronco sabedor de la tortura



 de la rotunda entraña de la tierra,



 sangrada de quereres,



 mayo grana y tenaz, y en la distancia



 el hueco de tu voz



 y tu presencia,



 hoy se pintan las flores; a la muerte



 le han crecido mordazas



 y se esconde,



 y tu afán que aún me hiere y me vulnera



 sobre el soñar lascivo de tu boca,



 para fugarse tibio,



 tembloroso,



 mayo verde en las hojas,



 la risa que ha posado sus mohínes



 para alegrar el aire y la tristeza,



 tú y mayo, solos,



 en el profundo aroma de las lilas,



 en el vedado ahogo de mi anhelo.



 Tiende ese puente largo, que ya quiero



 ir a mayo con flores...



                                    y contigo.

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