miércoles, 8 de febrero de 2023

EL LIBRO NEGRO DE LAS HORAS. Eva García Sáenz de Urturi

 “El libro negro de las horas” es apasionante, trepidante y absorbente. Recupera a Unai Lopez de Ayala, alias Kraken, el protagonista de la Trilogía de la Ciudad Blanca de Eva García Sáenz de Urturi.
 
SINOPSIS: Alguien que lleva muerto cuarenta años no puede ser secuestrado y, desde luego, no puede sangrar.
Vitoria, 2022. El exinspector Unai López de Ayala —alias Kraken— recibe una llamada anónima que cambiará lo que cree saber de su pasado familiar: tiene una semana para encontrar el legendario Libro Negro de las Horas, una joya bibliográfica exclusiva, si no, su madre, quien descansa en el cementerio desde hace décadas, morirá.
¿Cómo es esto posible?
Una carrera contra reloj entre Vitoria y el Madrid de los bibliófilos para trazar el perfil criminal más importante de su vida, uno capaz de modificar el pasado, para siempre.
 
 
 
 
 
 
 
“El libro negro de las horas” de Sáenz de Urturi es una novela un poco diferente de la saga iniciada en novelas anteriores más personal e íntima. Llega para poner al descubierto los secretos jamás contados de la vida de Unai, os alejará del thriller de acción con el que se componen sus anteriores obras de la que es ahora su tetralogía.
El universo Kraken crece. Unai ya no es inspector de la ertzaina. Tras todo lo ocurrido en los libros anteriores, ha decidido dedicarse a la enseñanza, íntimamente relacionado con lo suyo: perfilador criminal.
Su excompañera Estíbaliz le pide ayuda pues en Vitoria se ha cometido el asesinato de un librero vinculado con otra muerte similar en la Barrio de las letras de Madrid y junto al cadáver ha aparecido sangre, al realizar la prueba de ADN, se descubre que la sangre pertenece a la madre de Unai.
Algo que es imposible pues su madre murió hace más de treinta años al dar a luz al hermano pequeño de Unai. A su vez, este ha recibido una misteriosa llamada que le indica que tienen secuestrada a su madre y que para poder reencontrarse con ella tiene que entregar “El libro negro de las horas” de Constanza de navarra. Esta llamada cambiará todo lo que Kraken cree de su pasado familiar. En esta búsqueda de sus verdaderos orígenes: “un doble reto, un triple enigma, demasiados interrogantes”.
La trama discurre en dos espacios temporales: en la trama del presente es el mismo Unai quien toma las riendas de la historia en el Madrid actual, mientras la trama del pasado es un narrador en tercera persona quien va contando la historia de Ítaca en la segunda mitad de los años setenta donde discurre su infancia y juventud en su Vitoria natal. Desde su abandono a las puertas de un colegio de monjas, pasando por una artística explotación infantil y una vida dura y difícil.
Con estas pautas, la novela os adentra en un mundo cerrado y oscuro del coleccionismo de libros antiguos: los fraudes, las falsificaciones, los robos y las bibliopatías. Pero también transmite el amor por los libros, por su contenido, por las letras, por las historias que cuenta y por lo que hace sentir a los lectores.
 
Con una excelente documentación, la autora vitoriana os sumerge en un mundo de falsificaciones y libros antiguos. Este libro no se puede comparar con la trilogía, ya que no es de esos thrillers trepidantes, tiene un desarrollo más pausado.
La trama avanza sin prisa, lejos de entorpecer el ritmo de la narración, cada trama enriquece a la otra, aportando un plus de acción e intriga, a pesar que inicialmente haya un contrarreloj para hacerla frenética.
En obras anteriores Sáenz de Urturi es conocida por su cuidado estilo, ágil ritmo para contar historias y capacidad para dotar de una trayectoria personal a sus protagonistas. En cada página todo lo que sucede se hace real a pesar de que pueda resultar casi inverosímil e impensable en la actualidad con tantos adelantos tecnológicos. En el devenir de la historia recorreréis no solo Vitoria sino también el centro de Madrid tras el libro perdido y una profunda documentación hace que conozcáis las diferentes técnicas de iluminación de libros a lo largo de la historia.
Además, si en otras ocasiones la autora habla de leyendas o historias de Vitoria o Álava, en esta ocasión, no es menos atractiva, pues la escritora con acierto os pincela el mundo de la bibliofilia.
Estáis así ante una novela negra muy metaliteraria, una mezcla que resulta sumamente atractiva, junto al hilo argumental típico de novela negra podréis disfrutar de la inmersión que la autora hace en determinados campos del arte y de la cultura. En este caso se trata de los entresijos de las joyas bibliográficas, en otros ahonda en los entresijos de la arqueología o en determinadas épocas históricas.
Si todo lo anterior se le añade un estilo ágil, un lenguaje directo tendréis una visión completa de la historia, porque intercala la línea del presente, narrado por Kraken, con la del pasado, que está narrada en segunda persona, que siempre es una apuesta arriesgada. El resultado es el buen hacer de esta novela.
Es extremadamente experta en manejar a voluntad los tiempos para teneros pegado al libro. Te lleva por donde quiere hasta llegar al final, un final que convence.
 
El Kraken ya no es tanto Kraken, ni él quiere serlo. En esta novela se va a desvelar muchas cosas del pasado de su familia y las vais a descubrir junto al propio interesado.
Con este aspecto interesante logrará meteros en la historia para haceros sentir un personaje más. Es indudable, lo que hace que la obra dé un pasito más y no se quede en más de lo mismo.
Algunos personajes de la trilogía de la Ciudad Blanca pasan a un segundo plano, se les extraña y conoceréis a otros nuevos que irrumpen con fuerza en este nuevo universo creado por Eva Sáenz de Urturi. Es el caso de Ítaca Expósito, madre de pasado oscuro que vive al filo de la legalidad; Goya, madrina de Unai y fiel guardiana de los secretos de Ítaca; y la inspectora Mencía Madariaga, de la brigada de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid y miembro del misterioso lobby de las Egerias, del que también forma parte Ítaca.
Aunque Vitoria sigue teniendo peso en la novela, esta ocasión cede protagonismo al barrio de las letras, en el corazón de Madrid donde los personajes recorren las callejuelas, allí se encontraran con la con la imprenta que salió el primer Quijote, hoy alberga la Sociedad Cervantina. Otros puntos de interés en el argumento, la Cuesta de Moyano, El Instituto Cervantes. Así como el edificio neoclásico de las cariátides, sede del Banco Español, en su carama acorazada alberga la Caja de las Letras.
En palabras propias de la autora vitoriana: “Cuando creo un personaje y le creo un mundo con sus reglas particulares pero coherentes, ese universo se queda dentro de mí para siempre, por eso nunca tengo la sensación de reencuentro con ellos si vuelvo a retomar personajes, para siempre están presentes.” La misma sensación vivirá el lector.
 
Una vez más, la novela cumple la función que se le requiere, con una tensión contenida, en el que quieres avanzar para dar con la resolución y descubrirlo todo.
 

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