sábado, 14 de junio de 2014

DOBLE ORILLA.





La vida es una orilla
pero no existe sola.
Nunca la vida es sólo una.

Cada vida son dos, una en la otra.
Orillas que se tienden frente a frente.
Tienen rumor distinto que al unirse
son un mismo rumor.

No se tocan del todo. Se contemplan.
Algunas veces funden su oleaje
en instante de amor o de universo.

Porque una vida es dos.
Las dos vidas reales. Verdaderas.
Una no está en la otra.
La otra sí.

viernes, 13 de junio de 2014

EL MONO QUE QUISO SER ESCRITOR SATÍRICO.


En la selva vivía una vez un Mono que quiso ser escritor satírico.
Estudió mucho, pero pronto se dio cuenta de que para ser escritor satírico le faltaba conocer a la gente y se aplicó a visitar a todos y a ir a los cocteles y a observarlos por el rabo del ojo mientras estaban distraídos con la copa en la mano. 
Como era de veras gracioso y sus ágiles piruetas entretenían a los otros animales, en cualquier parte era bien recibido y él perfeccionó el arte de ser mejor recibido aún. 
No había quien no se encantara con su conversación y cuando llegaba era agasajado con júbilo tanto por las Monas como por los esposos de las Monas y por los demás habitantes de la Selva, ante los cuales, por contrarios que fueran a él en política internacional, nacional o doméstica, se mostraba invariablemente comprensivo; siempre, claro, con el ánimo de investigar a fondo la naturaleza humana y poder retratarla en sus sátiras. 
Así llegó el momento en que entre los animales era el más experto conocedor de la naturaleza humana, sin que se le escapara nada. 
Entonces, un día dijo voy a escribir en contra de los ladrones, y se fijó en la Urraca, y principió a hacerlo con entusiasmo y gozaba y se reía y se encaramaba de placer a los árboles por las cosas que se le ocurrían acerca de la Urraca; pero de repente reflexionó que entre los animales de sociedad que lo agasajaban había muchas Urracas y especialmente una, y que se iban a ver retratadas en su sátira, por suave que la escribiera, y desistió de hacerlo. 
Después quiso escribir sobre los oportunistas, y puso el ojo en la Serpiente, quien por diferentes medios -auxiliares en realidad de su arte adulatorio- lograba siempre conservar, o sustituir, mejorándolos, sus cargos; pero varias Serpientes amigas suyas, y especialmente una, se sentirían aludidas, y desistió de hacerlo. 
Después deseó satirizar a los laboriosos compulsivos y se detuvo en la Abeja, que trabajaba estúpidamente sin saber para qué ni para quién; pero por miedo de que sus amigos de este género, y especialmente uno, se ofendieran, terminó comparándola favorablemente con la Cigarra, que egoísta no hacía más que cantar y cantar dándoselas de poeta, y desistió de hacerlo. 
Después se le ocurrió escribir contra la promiscuidad sexual y enfiló su sátira contra las Gallinas adúlteras que andaban todo el día inquietas en busca de Gallitos; pero tantas de éstas lo habían recibido que temió lastimarlas, y desistió de hacerlo. 
Finalmente elaboró una lista completa de las debilidades y los defectos humanos y no encontró contra quién dirigir sus baterías, pues todos estaban en los amigos que compartían su mesa y en él mismo. 
En ese momento renunció a ser escritor satírico y le empezó a dar por la Mística y el Amor y esas cosas; pero a raíz de eso, ya se sabe cómo es la gente, todos dijeron que se había vuelto loco y ya no lo recibieron tan bien ni con tanto gusto.
Autor: Augusto Monterroso.
Libro: La obeja negra y demás fábulas.


jueves, 12 de junio de 2014

LA GENTE FELIZ LEE Y TOMA CAFÉ. Agnès Martin-Lugand.



Agnès Martin-Lugand se "pellizca" cada día para asegurarse de que "no es un sueño", y no es para menos, pues su debut literario con la novela "La gente feliz lee y bebe café" es la primera en saltar en Francia desde la autoedición digital al formato libro gracias a su formidable éxito.
Ésta como muchas otras muchas novelas fueron rechazadas por las editoriales, la autora, al final el auto editó. Tuvo un éxito enorme alcanzando enseguida los primeros puestos en Francia.
Una novela que está en boca de todos y que corre por la blogosfera y redes sociales como la pólvora. Estaréis de acuerdo conmigo en que el título, por sí, atrae y mucho.


SINOPSIS: Y a ti, ¿qué te hace feliz?
Tras la muerte de su marido y de su hija en un accidente, Diane lleva un año encerrada en casa, incapaz de retomar las riendas de su vida. Su único anclaje con el mundo real es Félix, su amigo y socio en el café literario La gente feliz lee y toma café, en el que Diane no ha vuelto a poner los pies.
Decidida a darse una nueva oportunidad lejos de sus recuerdos, se instala en un pequeño pueblo de Irlanda, en una casa frente al mar. Los habitantes de Mulranny son alegres y amables, salvo Edward, su huraño y salvaje vecino, que la sacará de su indolencia despertando la ira, el odio y, muy a su pesar, la atracción. Pero ¿cómo enfrentarse a los nuevos sentimientos? Y luego, ¿qué hacer con ellos?
Esta novela, con un estilo muy de moda últimamente entre los autores franceses, nos cuenta una historia que arranca con un drama. Diane lleva un año encerrado en el ostracismo, incapaz de salir de su propia casa y totalmente ausente del mundo real. Tras la muerte de su marido y su hija en un accidente, Diane ha perdido las ganas de vivir y su único enlace con el mundo es Félix, amigo y socio en un café literario. Como bien se nos dice, la gente feliz lee y toma café, por lo que Diane no ha vuelto a poner los pies allí.

Diane ha decidido que debe empezar de nuevo. Darse una nueva oportunidad lejos de sus recuerdos. Para ello, se instala en un pequeño pueblo de Irlanda, en una casita frente al mar. Allí, la gente parece feliz y amable. Pero existe una excepción, su vecino Edward, de carácter huraño y salvaje, despertará en nuestra protagonista la ira, el odio y aunque ella no quiera reconocerlo, la atracción. Comienza así una emotiva historia donde veremos cómo Diane se enfrenta a sus sentimientos.


"La gente lee y toma café” ha sido todo un descubrimiento, una novela llena de dolor, desesperación y angustia, pero, en la que nos damos cuenta que la vida sigue y está en nuestras manos levantarnos y disfrutar de ella. La gente feliz lee y toma café es una novela puramente sentimental.
Empieza de una manera muy dura y drástica, de golpe, y lo que viene inmediatamente después son una sucesión de sentimientos muy fuertes de tristeza y pérdida, aún así la historia avanza de manera fluida, con mucha naturalidad. La forma de contarla, sin embargo, es muy ligera. Pasamos de capítulo en capítulo con facilidad, de la mano de unas descripciones sencillas pero efectivas, y de una primera persona muy bien lograda, y aquí hay que felicitar a la escritora. El personaje de Diane es totalmente creíble en su forma de expresarse, y ella, es la encargada de acercarnos a su propia historia, los personajes secundarios también tienen un peso importante en la trama cogiéndoles cariño. Los diálogos son otro gran acierto de la narrativa, ya que fluyen perfectamente y dándoles diferentes voces a los personajes. También se agradece la mordacidad que rezuman algunos de estos diálogos, y el uso de escenas ligeras y humorísticas.
El estilo, como es propio de este tipo de libros, es rápido y fluido, se lee con mucha facilidad y la autora no entra en juegos de tramas paralelas que puedan incordiar durante la lectura. La historia es la que es desde el principio hasta el final: una historia sencilla, plausible, cotidiana, de sentimientos, de segundas oportunidades y momentos que pasan para no regresar jamás... la vida tal cual es, con sus luces y sombras.

Es un relato sencillo e intimista, que nos habla de la profundidad de la pena y de cómo nos transforma, y de la posibilidad de salir adelante aunque sea con esa tristeza a cuestas. A los que no les llame mucho este tipo de novelas o que crean que se trata de un melodrama, les puedo decir que no es nada lacrimógena sino realista, serena y contenida. Fresca, dinámica, espontánea y entretenida, algo que comienza a ser una corriente muy habitual en la literatura europea de estos últimos dos años y sobre todo en la nueva era de jóvenes literatos franceses.

Me ha gustado este libro porque habla de la superación personal, del amor propio, de cómo afrontar golpes tan duros como pueden ser la pérdida de tu hija y del amor de tu vida siendo tan joven. Y creo que eso es lo bonito de esta historia, que cada uno podemos interpretarla de una manera diferente, sacar nuestra propia moraleja. Transmite ganas de vivir y recuerda que, ante todo, para poder amar a otra persona se ha de amar primero a uno mismo.
Se trata de una novela llena de sensibilidad que nos hace volver al origen de todo, a nuestro interior, a conocernos por dentro: saber quiénes somos, qué nos gusta, por qué vivimos... Una historia que deja buen sabor de boca recordándonos que siempre podemos volver a empezar y que la llave para ser felices está en nuestras manos.

Un libro que recomiendo para esa tarde en la que no sabes que hacer y quieres una lectura ligera, es rápido y ameno, en pocas horas lo habrás terminado. Con una historia que te sacara más de un suspiro y quizás alguna lagrimita.