jueves, 12 de junio de 2014

LA GENTE FELIZ LEE Y TOMA CAFÉ. Agnès Martin-Lugand.



Agnès Martin-Lugand se "pellizca" cada día para asegurarse de que "no es un sueño", y no es para menos, pues su debut literario con la novela "La gente feliz lee y bebe café" es la primera en saltar en Francia desde la autoedición digital al formato libro gracias a su formidable éxito.
Ésta como muchas otras muchas novelas fueron rechazadas por las editoriales, la autora, al final el auto editó. Tuvo un éxito enorme alcanzando enseguida los primeros puestos en Francia.
Una novela que está en boca de todos y que corre por la blogosfera y redes sociales como la pólvora. Estaréis de acuerdo conmigo en que el título, por sí, atrae y mucho.


SINOPSIS: Y a ti, ¿qué te hace feliz?
Tras la muerte de su marido y de su hija en un accidente, Diane lleva un año encerrada en casa, incapaz de retomar las riendas de su vida. Su único anclaje con el mundo real es Félix, su amigo y socio en el café literario La gente feliz lee y toma café, en el que Diane no ha vuelto a poner los pies.
Decidida a darse una nueva oportunidad lejos de sus recuerdos, se instala en un pequeño pueblo de Irlanda, en una casa frente al mar. Los habitantes de Mulranny son alegres y amables, salvo Edward, su huraño y salvaje vecino, que la sacará de su indolencia despertando la ira, el odio y, muy a su pesar, la atracción. Pero ¿cómo enfrentarse a los nuevos sentimientos? Y luego, ¿qué hacer con ellos?
Esta novela, con un estilo muy de moda últimamente entre los autores franceses, nos cuenta una historia que arranca con un drama. Diane lleva un año encerrado en el ostracismo, incapaz de salir de su propia casa y totalmente ausente del mundo real. Tras la muerte de su marido y su hija en un accidente, Diane ha perdido las ganas de vivir y su único enlace con el mundo es Félix, amigo y socio en un café literario. Como bien se nos dice, la gente feliz lee y toma café, por lo que Diane no ha vuelto a poner los pies allí.

Diane ha decidido que debe empezar de nuevo. Darse una nueva oportunidad lejos de sus recuerdos. Para ello, se instala en un pequeño pueblo de Irlanda, en una casita frente al mar. Allí, la gente parece feliz y amable. Pero existe una excepción, su vecino Edward, de carácter huraño y salvaje, despertará en nuestra protagonista la ira, el odio y aunque ella no quiera reconocerlo, la atracción. Comienza así una emotiva historia donde veremos cómo Diane se enfrenta a sus sentimientos.


"La gente lee y toma café” ha sido todo un descubrimiento, una novela llena de dolor, desesperación y angustia, pero, en la que nos damos cuenta que la vida sigue y está en nuestras manos levantarnos y disfrutar de ella. La gente feliz lee y toma café es una novela puramente sentimental.
Empieza de una manera muy dura y drástica, de golpe, y lo que viene inmediatamente después son una sucesión de sentimientos muy fuertes de tristeza y pérdida, aún así la historia avanza de manera fluida, con mucha naturalidad. La forma de contarla, sin embargo, es muy ligera. Pasamos de capítulo en capítulo con facilidad, de la mano de unas descripciones sencillas pero efectivas, y de una primera persona muy bien lograda, y aquí hay que felicitar a la escritora. El personaje de Diane es totalmente creíble en su forma de expresarse, y ella, es la encargada de acercarnos a su propia historia, los personajes secundarios también tienen un peso importante en la trama cogiéndoles cariño. Los diálogos son otro gran acierto de la narrativa, ya que fluyen perfectamente y dándoles diferentes voces a los personajes. También se agradece la mordacidad que rezuman algunos de estos diálogos, y el uso de escenas ligeras y humorísticas.
El estilo, como es propio de este tipo de libros, es rápido y fluido, se lee con mucha facilidad y la autora no entra en juegos de tramas paralelas que puedan incordiar durante la lectura. La historia es la que es desde el principio hasta el final: una historia sencilla, plausible, cotidiana, de sentimientos, de segundas oportunidades y momentos que pasan para no regresar jamás... la vida tal cual es, con sus luces y sombras.

Es un relato sencillo e intimista, que nos habla de la profundidad de la pena y de cómo nos transforma, y de la posibilidad de salir adelante aunque sea con esa tristeza a cuestas. A los que no les llame mucho este tipo de novelas o que crean que se trata de un melodrama, les puedo decir que no es nada lacrimógena sino realista, serena y contenida. Fresca, dinámica, espontánea y entretenida, algo que comienza a ser una corriente muy habitual en la literatura europea de estos últimos dos años y sobre todo en la nueva era de jóvenes literatos franceses.

Me ha gustado este libro porque habla de la superación personal, del amor propio, de cómo afrontar golpes tan duros como pueden ser la pérdida de tu hija y del amor de tu vida siendo tan joven. Y creo que eso es lo bonito de esta historia, que cada uno podemos interpretarla de una manera diferente, sacar nuestra propia moraleja. Transmite ganas de vivir y recuerda que, ante todo, para poder amar a otra persona se ha de amar primero a uno mismo.
Se trata de una novela llena de sensibilidad que nos hace volver al origen de todo, a nuestro interior, a conocernos por dentro: saber quiénes somos, qué nos gusta, por qué vivimos... Una historia que deja buen sabor de boca recordándonos que siempre podemos volver a empezar y que la llave para ser felices está en nuestras manos.

Un libro que recomiendo para esa tarde en la que no sabes que hacer y quieres una lectura ligera, es rápido y ameno, en pocas horas lo habrás terminado. Con una historia que te sacara más de un suspiro y quizás alguna lagrimita.

 

 



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