sábado, 6 de septiembre de 2014

SOMBRA DE LA AMAPOLA.



 



Antes de que la luz llegue a su ansia

muy de mañana,

de que el pétalo se haga

voz de niñez,

vivo tu sombra alzada y sorprendida

de humildad, nunca oscura,

con sal y azúcar,

con su trino hacia el cielo,

herida y conmovida a ras de tierra.

Junto a la hierbabuena,

este pequeño nido

que está temblando, que está acariciando

el campo, dentro casi

del surco,

amapola sin humo,

tú, con tu sombra, sin desesperanza,

estás acompañando

mi olvido sin semilla.

Te estoy acompañando.

No estás sola.

Poema del Libro: "El vuelo de la celebración II".


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