viernes, 6 de febrero de 2015

LA CICLISTA.



 

La senda junto al mar anduve
que hacía la ciclista cada día
Hallé las frutas que llevaba su canasto
y el anillo caído de su mano.

Hallé la campanita y su chamanto
las ruedas el manubrio y el pedal
Hallé su cinturón y en una orilla
una piedra translúcida parecida a una lágrima.

Una a una guardé todas las cosas
y dónde ha de estar la ciclista me decía
La vi pasar arriba de las olas
al otro día encima de las tumbas.

Perdí sus huellas la tercera noche
en los cielos prendiéronse las lámparas.

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