martes, 21 de julio de 2015

SEÑORIA. Jaume Cabré.



“Señoría”, de Jaume Cabré es un demoledor retrato de la aristocracia barcelonesa de finales del s. XVIII, ajena a los aires de libertad propagados por la Revolución francesa, y sumida en la frivolidad, los caprichos, el lujo, la injusticia y la corrupción.
Nos ofrece una dura crítica social, aderezada con toques de humor, en la que quedan reflejadas con toda su crudeza las miserias del ser humano y sus pasiones más inconfesables.

 SINOPSIS: La acción de Señoría se emplaza en Barcelona a finales de 1799. Una ambientación simbólica marcada por la oscuridad y la lluvia proporciona la atmósfera decadente que envuelve el envilecimiento de los círculos del poder. Las clases privilegiadas del Antiguo Régimen despliegan sin pudor sus intocables vergüenzas. La aristocracia inútil, el capitán general, los diversos eslabones de la Justicia, el jefe de la policía, algún eclesiástico... son elementos que ilustran una corrupción descarada e impune, la sujeción de todo ese sector encumbrado a pasiones sórdidas, a ambiciones espurias, la práctica de la extorsión y el chantaje, la claudicación ante el sexo y el dinero. Esta estampa coral aparece en la superficie narrativa por medio de una trama de novela negra. Una prostituta es asesinada en la casa que le financia su amante. Las autoridades toman como cabeza de turco a un joven inocente, idealista en tonos del romanticismo en boga. Una suma de oportunismos desemboca en su ejecución, en la que tiene personal responsabilidad el verdadero asesino, la señoría del título, regente de la Audiencia barcelonesa.

 

El tono realista con diferentes voces narrativas y el retrato de la vida cotidiana de la época ayudan a crear un mundo novelístico coherente y completo. Con una prosa cuidada, una trama argumental sólida, con vigor narrativo que en ningún momento decae; y una intriga bien llevada de la primera a la última página; debido sobre todo, a la riqueza de personajes que pueblan la novela, personajes perfectamente delineados. Que tiene el poder de evocación de trasladarnos a una Barcelona de finales S.XVIII sin pretender ser una novela histórica y sin menos preciar el trabajo de documentación que contiene la novela.
Costará superar el listón dada su combinación de ingenio, complicidad moral y compasión.

Esta novela está escrita de forma mucho más desenvuelta, que la última que leí del autor: “Yo Confieso”, es más ágil. Si al finalizar “Yo Confieso”, me condujo a la sensación de “ni fu ni fa”, en esta novela la sensación ha sido de todo lo contrario. Me dejé atrapar por las espirales lingüísticas, sintácticas y narrativas de una obra maestra. Se trata de una lectura que, como sucede con las obras de alto valor, te arrastra a un mundo, a una época, a una realidad distinta, distante, desconocida, y que, no obstante, te proporciona las herramientas necesarias para quedarte ahí a experimentar su realidad durante cada minuto de la lectura.
Potente y conmovedor. Un libro fascinante. Resulta difícil encontrar qué más puede aportar una novela.



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