lunes, 17 de julio de 2017

EL SILENCIO DE LA CIUDAD BLANCA. Eva Gª. Sáenz de Urturi.



Aún no me había estrenado con esta autora y cuando empecé a ver su libro por las redes me llamó muchísimo la atención, y más aún cuando las críticas eran positivas. La escritora Eva García Sáenz de Urturi nos ofrece un thriller frenético y adictivo, en el que Vitoria tiene un papel importante.

SINOPSIS: Tasio Ortiz de Zárate, el brillante arqueólogo condenado por los extraños asesinatos que aterrorizaron la tranquila ciudad de Vitoria hace dos décadas, está a punto de salir de prisión en su primer permiso cuando los crímenes se reanudan de nuevo: en la emblemática Catedral Vieja de Vitoria, una pareja de veinte años aparece desnuda y muerta por picaduras de abeja en la garganta. Poco después, otra pareja de veinticinco años es asesinada en la Casa del Cordón, un conocido edificio medieval.
El joven inspector Unai López de Ayala —alias Kraken—, experto en perfiles criminales, está obsesionado con prevenir los crímenes antes de que ocurran, una tragedia personal aún fresca no le permite encarar el caso como uno más. Sus métodos poco ortodoxos enervan a su jefa, Alba, la subcomisaria con la que mantiene una ambigua relación marcada por los crímenes… El tiempo corre en su contra y la amenaza acecha en cualquier rincón de la ciudad. ¿Quién será el siguiente?






En “El silencio de la ciudad blanca” Eva García Sáenz de Urturi toma una nueva senda y nos sumerge en una trama que nada tiene que ver con sus anteriores novelas. Una historia que si pusiéramos etiquetas podríamos encuadrar dentro de una novela negra, policíaca y de misterio, con algunas pinceladas de histórica.
La novela sorprende con una sugerente trama invitándonos a realizar un estremecedor recorrido por los lugares más míticos de Álava y las leyendas más enigmáticas y misteriosas de la historia de la región, mientras acompañamos a los protagonistas en la trepidante y angustiosa caza de un escurridizo, cruel e implacable asesino en serie con rasgos crímenes rituales. Con unas características idénticas a otros que sucedieron 20 años atrás, que sembrará el terror por las calles de la ciudad provocando la histeria entre sus habitantes y la confusión más absoluta en la policía.
En la estructura de la novela nos vamos a encontrar con dos líneas argumentales entre las que la narración va saltando. Una de ellas, la que tiene más extensión, transcurre en el presente, y en el que será Unai Lopez de Alaya -el protagonista- en primera persona quien nos relate los hechos y por lo tanto los vamos a conocer desde su perspectiva, compartiendo todo el peso de los acontecimientos transcurridos en el pasado, así como su obsesión, su frustración, su desesperación por resolver el caso. La otra línea, en el pasado, en la que el narrador omnisciente será el que nos cuente una historia que, aunque en un principio no le veamos mucha conexión con la trama actual, está muy ligada a ella, como no podía ser de otra forma.
En el caso que sea una novela negra, no significa que la autora se rinda sin más a tópicos del género. Si no más bien, es una novela negra absorbente que se mueve entre la mitología y las leyendas de Álava, la arqueología, los secretos de familia y la psicología criminal. Un noir elegante y compleja que demuestra cómo los errores del pasado puede influir en el presente.
“El silencio de la ciudad blanca” nos propone una lectura con múltiples y atractivos ingredientes que la convierten en imprescindible para los aficionados al género: una trama compleja, original, sorprendente, personajes con perfiles muy ricos en matices. Por tanto,  una interesante radiografía sobre la sociedad alavesa y sus costumbres; donde, la autora, transmite un relato del día a día del País Vasco, de sus tradiciones, de sus antiguas creencias, de sus cuadrillas, de sus fiestas.
De su mano vamos a transitar y a detenernos por las calles de Vitoria donde queda totalmente reflejada entre las páginas de este libro una crítica a una sociedad instalada en la morbosidad y el relativismo moral, giros y sorpresas indispensables en un thriller de estas características, un recorrido por los rincones más oscuros de la naturaleza humana y un gran final que pone el broche de oro a una obra muy completa y recomendable.

Es la primera vez que Eva García escribe novela negra y, la verdad sea dicha, no lo ha podido hacer mejor. Estamos ante una novela de trama compleja en la que el pasado tiene mucha importancia sobre el presente, con unos personajes fascinantes, un argumento lleno de intriga, ritmo, giros y sorpresas… y, por si fuera poco, una ambientación especialmente magnífica y una referencias mitológicas al pasado de Vitoria que me han cautivado.
Aunque el libro es muy fácil de leer, la trama está llena de detalles, de piezas, de flecos, de anécdotas… de miles de puntualizaciones que le habrán llevado su tiempo. En cuanto a la acción comienza desde la primera hoja y mantiene el ritmo constante hasta el final en que, como suele ser habitual, se acelera. Eso en la trama presente. En la del pasado el ritmo va claramente de menos a más. Al comienzo nos cuenta una historia, sin más. Una historia interesante pero que no logra acaparar la atención tan claramente como la del presente. Pero, a medida que avanza la trama, va ganando en interés e intensidad hasta que confluye con la trama actual.
La pluma de la autora es sencilla, directa y espléndida. Nos ofrece una gran narración transportándonos y manteniéndonos en vilo por revelar una serie de asesinatos. La autora con destreza, irá dando pistas con cuentagotas. Pistas para distraer y desorientar al lector que le llevarán de un sospechoso a otro creando un tropel de conjeturas.
Todo esto lo conforma una prosa adecuada y correcta, unos diálogos ágiles y bien desarrollados, las descripciones de las escenas del crimen son bastantes sutiles y en ningún momento que se entrará en el terreno de lo escabroso. La escritora vitoriana crea unas escenas vívidas y capaces de convertir al lector en un personaje más. Haciendo sospechar y dudar de todos y de cada uno de los personajes de la novela. Otro aspecto que me ha gustado mucho es como fusiona la investigación y la vida personal del protagonista.
Y parece que lo hace sin renunciar a la característica común de todas sus novelas: una acción trepidante que la ata a la primera página del libro, y un toque de novela histórica.

Nos hallamos ante una novela de personajes, ya que nos vamos a encontrar a cada  uno de ellos muy bien caracterizados y con mucho mimo, así como de una gran intensidad y muy interesantes; con una entidad tal que resultan protagonistas indiscutibles de sus propias historias. No quiero decir con ello que sea una novela coral, que no lo es, si no que está poblada de personajes singulares.
De modo que, la autora, ha sabido dotarles de vida, hacerlos accesibles, reales y creíbles, de carne y hueso, tanto los principales como los secundarios. Ya que, debido a que cada uno de ellos esconde algún que otro trauma personal.
De igual modo, los personajes del pasado también son muy interesantes aunque me da la impresión de que están menos perfilados que los del presente. Creo que es algo hecho a propósito para no revelar nada antes de tiempo.
En consecuencia todos tienen algo que aportar a la historia, alguna peculiaridad que hará que el rompecabezas se resuelva en una victoria que es tan protagonista como oso mismos personajes del libro.


2 comentarios:

  1. hola! seguro que haremos lo imposible por conseguirla, con los terminos que utilizas en su descripcion ya nos engancho, thriller, misterio, adictiva, vamos volando al muro! saludosbuhos, un placer!

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