sábado, 11 de enero de 2020

EN EL MERCADO AL AIRE LIBRE.




Ilustración Teresa Mtz.


En el mercado al aire libre
un chico vende pollinos,
todos teñidos de un color eléctrico distinto.

Se cuelan fácilmente entre los barrotes separados de la jaula,
y se dispersan, demasiado bobos y chiquitos para ir muy lejos,
pero aun así pían asustados
o victoriosos. Brillan
como algo que pone en el jardín
por Pascua.

Los rodean objetos de clara utilidad:
bolsas de legumbres, velas, alimento balanceado,
virulanas, carne cocida.

El chico los persigue con las manos abiertas
y los llamas por su nombre,
furtivamente.

Eso es lo que se llama confesión.

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