viernes, 24 de abril de 2020

LA LÁMPARA.


 

Antes de que se encendiera la lámpara
nos sentamos completamente quietos

La voz ronca de un cuervo
y un súbito olor a trébol

con una calidez dulzona
a través de esta creciente oscuridad.

Agua, completamente quieta.
La tierra, está demasiado tranquila.

El pájaro voló
tan cerca cómo pudo

sobre su propia sombra

Y el abejorro, fiel
amigo de tantos veranos,

se estrelló contra el vidrio de la ventana
como si fuese la pared del mundo

Y los patos buceadores
nadaron de lago a lago

Podía ser tarde
o temprano
en varias vidas en varias vidas

podía ser en la sombra de una mariposa
En la sombra de cualquier vida.

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