lunes, 30 de septiembre de 2024

EL VERANO EN QUE MI MADRE TUVO LOS OJOS VERDES. Tatiana Tîbuleac.

La escritora moldava publica una cruda e íntima reflexión sobre las relaciones materno-filiales que apela a la fuerza del amor y el perdón.
 
SINOPSIS: Aleksy aún recuerda el último verano que pasó con su madre. Han transcurrido muchos años desde entonces, pero, cuando su psiquiatra le recomienda revivir esa época como posible remedio al bloqueo artístico que está sufriendo como pintor, Aleksy no tarda en sumergirse en su memoria y vuelve a verse sacudido por las emociones que lo asediaron cuando llegaron a aquel pueblecito vacacional francés: el rencor, la tristeza, la rabia. ¿Cómo superar la desaparición de su hermana? ¿Cómo perdonar a la madre que lo rechazó? ¿Cómo enfrentarse a la enfermedad que la está consumiendo? Este es el relato de un verano de reconciliación, de tres meses en los que madre e hijo por fin bajan las armas, espoleados por la llegada de lo inevitable y por la necesidad de hacer las paces entre sí y consigo mismos.
 
 
 
 
 
 
Que la lectura sirve para entretener, también, pero que sirve especialmente para reflexionar, para sentir, para emocionarse y dejarse llevar. Y no cabe duda que Tatiana Tîbuleac lo consigue con esta novela sobradamente.
La novela narra la historia de Aleksy, un afamado y desequilibrado artista plástico a quien su psiquiatra recomienda escribir sobre el último verano que pasó con su madre antes que ella muriera por enfermedad, para solucionar un persistente bloqueo creativo. El cuaderno comienza con un Aleksy enfermo de rabia y dolor saliendo de una institución psiquiátrica, su madre va a recogerlo para pasar el verano juntos, casi a rastras logra llevárselo a una pequeña población francesa donde se instalaran los dos solos.
“El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes” narra la historia materno-filial, enfrentados desde siempre pero que comienzan afianzar su reconciliación cuando alquilan una casa para pasar los últimos días juntos. La noticia de que la madre tiene cáncer y le queda poco de vida trastoca su relación y sentará las bases para que el hijo conozca y vea a su madre más allá de sus brillantes ojos verdes.
Bajo esta premisa, la autora rumana, compone esta novela, un puzle desgarrador en forma de diario, con piezas sueltas y escenas de dolor a la vez que de pura ternura. La novela avanza sobre la transformación de ese vínculo mientras narra el pasaje de la vida a la muerte. Destrozados por la muerte de su hermana, la autora convierte el perdón en el eje central del libro. Una novela de crecimiento.
Clasificaría esta novela como una caja de truenos, un polvorín que estalla con impactos emocionales continuados que agitan la conciencia del lector con escenas que invitan a reflexionar sobre los problemas de las relaciones familiares y humanas.
 
Os habla en presente, pero evoca el pasado, la escritura terapéutica le permite a la autora escribir esta novela en primera persona y os ofrece una estructura un tanto caótica, similar al pensamiento.
Ya de entrada, sorprende la narración por su estilo, en el que la autora utiliza un tono directo, crudo, desacomplejado y cruel, con unas primeras frases que hieren al lector en su primer contacto con la novela.
Va cambiando los matices, el tono, la atmósfera, las relaciones entre los personajes y el nexo entre el lector y la novela. La oscuridad de la historia queda deslumbrada por la exquisitez de la narración.
Destaca por su inmensa intensidad narrativa, dominando el lenguaje y el tiempo narrativo a la perfección. Porque las palabras van surgiendo del texto y os llegan de manera directa, poética y tremendamente visible sin necesidad de forzar el lenguaje ni romper las costuras de un vocabulario escogido con precisión. Tatiana trata de escribir con el lápiz de la sinceridad. Un brutal testimonio que conjuga el resentimiento, la impotencia y la fragilidad. Una poderosa novela que entrelaza la vida y la  muerte en una apelación al amor y al perdón.
 
Aleksy es la voz del libro. Todo el peso interpretativo del argumento recae en Aleksy y su madre. Son dos seres imperfectos que nos saben cómo amar pero que tienen un tiempo limitado para fabricar recuerdos que no poseían.
Es solo el contexto, la forma de situar a los personajes, para luego contaros el enfrentamiento entre los dos, basado en hechos oscuros y traumáticos.
Solo tendréis su propio punto de vista, subjetivo, puramente personal. Familia de emigrantes polacos, padre maltratador y alcoholizado que los abandonó y un hecho traumático: la muerte de su hermana pequeña por accidente. Despliegan un odio enraizado en cada uno de ellos que lo arrastra en la primera parte de la novela. De lo que él cuenta en su diario deberéis entresacar lo que piensan y sienten los demás personajes de la historia, en concreto, su madre. La conoceréis a través de las palabras de su hijo. Construye dos personajes que están lejos de los estereotipos concretos. Pero también veréis un cambio y una evolución en ellos. Construyes unos personajes precisos y humanos, asustados y vulnerables, con detallado realismo y autenticidad.
 
Esta es la historia de una larga y sostenida soledad y a la que hay que verle la parte menos oscura para dejar que la luz de unos ojos verdes, abra una rendija por donde dejar filtrar la vida deseada.

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