domingo, 29 de septiembre de 2024

ROBO DE UN BESO.

 
Ilustración autor desconocido.

 
Juvencio, te robé un furtivo beso
-a ti, que eres de miel-
aún más dulce
que la ambrosía dulce.
Pero no lo hice impunemente:
recuerdo haber quedado más de una hora
crucificado en alta cruz, y haber
tratado con gran llanto de borrar
un poquito tu áspera crueldad.
En cuanto te besé, tus parvos labios,
mojados por gotas incontables,
te limpiaste con todos tus deditos,
no fuera a contagiarte mi boca, como si fuera
la sucia saliva de una puta infectada.
Además, me has entregado, desgraciado de mí,
al cruel Amor para que de ambrosía aquel beso
se convirtiera en más amargo que el amargo eléboro.
Así que, si éste es el castigo que das
a mi desgraciado amor
ya nunca más robaré tus besos.
 

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