viernes, 10 de agosto de 2018

NADADOR.




 

Salto que casi es un vuelo.
Delfín seguro y arisco,
acróbata bullicioso
en los trapecios del frío.

Sesgo en fuga, burla al viento,
juego de sombra y brillos.
(La sirenita sin cola
en las vueltas del peligro)

Ladrón de nidos profundos
y mariposas de vidrio;
ahijado del horizonte,
heredero de marinos.

Jinete en ancas fugaces,
banderillero de abismos,
capitán de las apuestas,
¡Neptuno recto y lampiño!

domingo, 5 de agosto de 2018

TANDA DE PENALTIS.





Bocarriba, sobre la cama, con el pecho subiendo y bajando y acelerado por la excitación, Cris me devuelve la mirada. Creo que soy la única persona que lo llama así. Creo que soy la única persona a la que él mira así.

Abrumado por la intensidad de sus ojos, mi mirada se desliza por su mandíbula, por sus clavículas, por su abdomen musculado. Su cuerpo desnudo, bronceado, es un placer prohibido, un placer secreto que arde cuando lo toco. Observo la marca de mis dientes junto a su ingle, un mordisco reciente.

La temperatura parece subir varios grados de repente y necesito ponerme en pie para que me dé el aire. Voy a recoger mis calzoncillos del suelo, pero Cris me detiene.

—No te pongas nada —me pide—. Me gusta verte desnudo.

Yo sonrío con picardía y camino hasta la ventana. Allí fuera, los periodistas deportivos dirigen sus cámaras a la habitación del último piso, la gran suite del hotel. Ninguno se da cuenta de que las caras famosas que buscan se ocultan en una de las habitaciones de los pisos bajos, por cuya ventana me asomo con prudencia.

Absorto en mis pensamientos, no me he dado cuenta de que Cris se ha levantado. El contacto de sus dedos en mis hombros me estremece, asusta y excita. ¿Qué pensarían todos ellos si supieran lo que ocurre entre el jugador estrella y el portero del equipo contrario? Cris despeja mi cabeza de dudas. No necesita palabras cuando pega su cuerpo al mío, cuando posa sus labios primero en mi cuello y luego en mi boca. Su lengua busca un hueco en mis defensas, como él la busca en los partidos.

—Mañana no pienso ponértelo fácil —le digo girándome para enfrentarlo. Su cuerpo sigue tan pegado al mío que mi incipiente erección apenas tiene espacio para crecer entre nosotros.

—Eso mañana, hoy no vas a parar ni un penalti.


 

sábado, 4 de agosto de 2018

PREPARATIVOS DE VIAJE. VACACIONES.


 

Cuando preparo la maleta, tengo que pensar en todo
lo que voy a meter para no olvidarme de nada. Voy al
diccionario y saco las palabras que me servirán
de pasaporte: el ecuador, una línea
de horizonte, la altitud y la latitud,
un asiento de pasajero perseverante. Me dicen
que no necesito nada más; pero sigo
llenando la maleta. Un poniente para que
la noche no caiga tan deprisa, el tacto de tu
pelo para que mi mano no lo olvide,
y aquel pájaro en un jardín que ha nacido
en la trasera de la casa, y canta sin saber
por qué. Y otras cosas que podrían
parecer inútiles, pero que necesitaré: una frase
indecisa en medio de la noche, la constelación
de tu ojos cuando los abres, y algunas
hojas de papel donde escribiré lo que tu ausencia
viene a dictarme. Y si me dicen que llevo
exceso de equipaje, dejaré todo esto en tierra,
y me quedaré solo con tu imagen, la estrella
de una sonrisa triste, y el eco melancólico
de un adiós.


viernes, 3 de agosto de 2018

MOSQUITO.




Ilustración Jenny Meilihov.
 

Mosquito,
chiquito
inquieto.
¡Mosquieto!

Fastidioso,
escandaloso
traidorzuelo.
¡Mosquieto!

Chupasangres
diminuto
me vigilas.
Vampirillo
me incas
tu dardillo
envenenado...

¡PLAF!
¡Qué paz!
Mosfrito.