viernes, 4 de septiembre de 2015

YO QUISIERA UNA SOMBRA.







Yo quisiera una sombra que no fuera la mía,

la de una antigua espada, la de un fino cristal,

la del pájaro en vuelo o la nube borrosa.

Una sombra, otra sombra, para verla pasar.



Otra voz que no fuera esta voz que traduce

hace más de treinta años el rumor de mi mar,

una voz de campanas o de ríos llorosos…

Otra voz de otro acento para oírla cantar.



Y quisiera los sueños que no soñaré nunca,

la angustia que mi alma no sentirá jamás,

el terror de las fieras en la selva sombría,

la alegría radiosa de la alondra solar.



De ese desconocido que ha cruzado la plaza

los recuerdos más tristes quisiera recordar.

Llenarme de otras vidas, otra luz, otras muertes…

¡No ser este hombre solo frente a la eternidad!

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