viernes, 24 de marzo de 2023

LAMENTO DE UNA VIUDA EN PRIMAVERA.

 
 
La tristeza es mi propio terreno
donde el pasto tierno
llamea como llameaba
antes con frecuencia pero no
con el fuego frío
que este año se cierne sobre mí.
 
Treinta y cinco años
viví con mi marido.
 
Hoy, el ciruelo está blanco
con masas de flores.
 
Masas de flores
cargaron las ramas del cerezo
y en algunos arbustos ponen
colores amarillos o rojos
pero el agobio de mi corazón
es más fuerte que el de ellas
porque aunque antes fueron
mi alegría, hoy las veo
y me volví para olvidar.
 
Hoy mi hijo me ha dicho
que en las praderas,
al final de los bosques espesos,
a lo lejos, vio
árboles de flores blancas.
 
Siento que me gustaría
ir hacia allá
y caer entre esas flores
y hundirme en el pantano junto a ellas.
 

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