sábado, 7 de noviembre de 2015

LADRONES DE HIGOS CHUMBOS.





A un campo de higos chumbos con tesón,
llegaron dos amigos de lo ajeno,
con la esperanza de llevarse lleno
un talego más grande que un camión.
La noche hace propicia la excursión.
El temple de los dos parece bueno.
El uno se adelanta y ya, sin freno,
ataca a una chumbera con fruición
El otro se aventura y, como es tuerto,
se encarama a la chumbera sin acierto:
"Compadre, vámonos que ya estoy listo."
¿Tan pronto, compañero, ya nos vamos?
dícele Juan. Y respóndele Evaristo:
Con los pinchos he perdido el ojo sano,
vamonos que ya no veo ni un gusano,
llévame al hospital porque de pinchos
se me han llenado las dos manos,
hay que ver que por unos higos chumbos
he perdido el ojo sano
y si me descuido también hasta las manos...

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