domingo, 11 de noviembre de 2018

MALA HIERBA.




 

Tiene el mirar arisco y sin color;
como la cara, el corazón de palo,
sucios los pensamientos y el amor,
gruesa la parla, el vino pronto y malo.

Viene de vuelta de cualquier lugar,
siempre camino de ninguna parte,
rumiando por lo bajo algún cantar
en rimas tartamudas y sin arte.

Y en tanto que la rabia aún le alcanza
para otro día desvivido al raso,
planea oscuramente su fracaso

como una rara suerte de venganza;
con más ganas de bronca que esperanza,
y la navaja a mano, por si acaso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario