lunes, 10 de diciembre de 2018

LOS RITOS DEL AGUA. Eva García Sáenz de Urturi.


Después de lo enganchado que me tuvo tiempo atrás con “El silencio de la ciudad blanca” de Eva García Sáenz de Urturi, en cuando me enteré que se había publicado, la segunda parte de la trilogía “Los ritos del agua”, sentí la necesidad de leerlo. La autora presenta la segunda parte de la trilogía de la ciudad blanca haciendo su particular homenaje a las series de ficción policíaca. En esta ocasión la escritora nos propone una historia que habla de la maternidad y la paternidad. Aquí os traigo la reseña.
“Aquí termina tu caza. Aquí comienza la mía”.


SINOPSIS: Ana Belén Liaño, la primera novia de Kraken, aparece asesinada. La mujer estaba embarazada y fue ejecutada según un ritual de hace 2600 años: quemada, colgada y sumergida en un caldero de la Edad del Bronce.
1992. Unai y sus tres mejores amigos trabajan en la reconstrucción de un poblado cántabro. Allí conocen a una enigmática dibujante de cómics, a la que los cuatro consideran su primer amor.
2016. Kraken debe detener a un asesino que imita los Ritos del Agua en lugares sagrados del País Vasco y Cantabria cuyas víctimas son personas que esperan un hijo. La subcomisaria Díaz de Salvatierra está embarazada, pero sobre la paternidad se cierne una duda de terribles consecuencias. Si Kraken es el padre, se convertirá en uno más de la lista de amenazados por los Ritos del Agua.










Cuando esperas un libro con tantas ganas, hay una alta posibilidad de que la decepción al leerlo sea directamente proporcional a las ganas que tenías. Si a esto le sumas que era el primer libro que leías de la autora, desconfías de que fuera un ataque de suerte o suceso similar. Sin embargo, en esta ocasión no ha sido así y después de leer la segunda parte de la historia de Kraken estoy deseando leer la tercera parte.
Eva García de Urturi hace qué con esta novela, el lector, deje a un lado su afán detectivesco de querer averiguar antes de tiempo quien es el asesino y el móvil que llevar hacerlo. Para que, el lector, se centre en los pequeños detalles, que casi siempre pasan desapercibidos ante sus ojos. La autora quiere que nos metamos en la novela y de esta forma, que seamos parte indirecta de la investigación.
Aunque los dos planos de la acción principal de “Los ritos del agua” se sitúan en dos momentos temporales tanto en la actualidad como en 1992. Volvemos unos meses después del final de “El silencio de la ciudad blanca” en los cuales Unai ha vivido recluido en el pueblo con su abuelo, intentando olvidar lo sucedido.
La historia se desarrolla a partir de ese primer crimen, en la que aparece colgada la primera novia de Kraken, la cual estaba embarazada. A partir de aquí comenzarán los recuerdos, las sospechas, coincidencias, supuestos personajes implicados del pasado, incongruencias, que os dejarán atentos página a página y que os harán presuponer cosas que luego no será lo que parece, todo ello mezclado con la recuperación del protagonista, su relación con Alba y el embarazo.
Así mismo, el pasado en “Los ritos del agua”, funciona como un gran personaje que está ahí, que siempre ha estado, pero que nadie pensaba que reaparecería, por lo que hay que estar atentos a lo que este nos tenga que contar, aunque cuidado con hacer un juicio erróneo.
Al igual que en el primer libro, es este, se hace mucha referencia a la mitología propia del lugar, así como a la arquitectura y cultura, cosa que, personalmente, me parece de lo más enriquecedora.
“Aquí termina tu caza. Aquí comienza la mía”.

Eva García Saénz de Urturi nos presenta una trama muy bien trabajada en la que poco a poco vamos a ver de qué manera lo que sucedió en el pasado tiene que ver con el presente. Una trama en la que las relaciones familiares –en sus diferentes versiones- tienen un gran protagonismo, y quizás, llegue el momento en que sea algo previsible, esto no implicará que al mismo tiempo, de alguna manera siga sorprendiéndonos y nos mantenga pegados a la páginas de esta novela.
Como ya ocurría en “El silencio de la ciudad blanca”, también en esta ocasión tanto los escenarios como la historia tiene mucho peso en el argumento de la novela. Una vez más, el tema de la mitología celta, leyendas y rituales vuelven a ser clave tanto para la investigación como para el asesino por lo que tendréis que ir siguiendo la pista hasta las últimas páginas.
Otro aspecto a destacar, es que la autora teje una historia predecible dentro de lo impredecible. Y me explico, introduce mil y un giros, vueltas y falsos culpables. Porque las relaciones ocultas que existen entre prácticamente todos los personajes son continuas.
Como ya ocurría en el anterior libro, se intercala investigación policial del presente con la historia del pasado, es este caso, con Unai y su cuadrilla como protagonistas. Una vez más consigue que el lector vaya tejiendo poco a poco la trama para intentar descubrir quién es el asesino y las razones que pueden tener para llevar a cabo los asesinatos.
“En los ritos del agua” constantemente vas a dudar, incluso de tu sombra, y dos palabras muy sencillas como son ¿y si? Resonaran en tu mente una y otra vez, pero vas a estar tan pendiente de lo que ocurre a Kraken, que las palabras que antes tenías en tu mente, se diluyen poco a poco con la lectura para dar paso a otras dudas existenciales sobre el transcurso de los acontecimientos.
Asombra la forma en la que Eva, nos va introduciendo en la trama y lo hace mediante flashbackas y algunos otros recursos literarios que jugarán con vuestra mente.
Os daréis cuenta de que durante toda la novela, las conversaciones o los hechos según los relate uno u otro sonarán de una forma u otra.
Porque a veces nos encontramos, que ante una novela tan coral, tan compleja y con tantos frentes abiertos, algo cojea, o algo no termina de encajar, pero leyendo a esta vitoriana te darás cuenta de que no es una autora cualquiera, que es especial y que todo lo que escriba estará cuidadosamente cerrado.
Es cierto también que poco a poco gana en consistencia e interés en cuanto os adentréis
más en sus páginas y el resultado es una novela magnífica, al nivel de la primera.
Las piezas del puzle que al final quieres ver resultados, son tan dispares y tan complicados de unir, que cuando pongas fin a la novela, no te quedará ninguna duda de que esta autora es una fuera de seria.
“Aquí termina tu caza. Aquí comienza la mía”.

Uno de los puntos fuertes de la novela son, sin duda, los personajes. Impecable el trabajo que la escritora hace en este sentido con ellos, cómo los lleva a sus límites, cómo los arrastra hasta la desesperación, cómo saca lo meor y lo peor de cada uno de ellos de la manera más desgarradora. Sufren una evolución y una madurez. Porque los personajes de Eva García Sáenz se caracterizan por su fuerza, pero también por los viscerales que son, lo complejos que son, y las complicadas situaciones personales que arrastran todos y cada uno de ellos que marcan duramente su día a día.
Dicho de otra manera, le ha dado tiempo a perfilar unos personajes hasta hacerlos más creíbles aún que en la primera parte. La profundidad de que los dota, no solo a los principales, sino a los personajes que cometen los crímenes, ayuda a que entres mejor en la historia.
Bien, además, la parte relacionada con los personajes, recupera a la mayoría de los que ya conocíamos e introduce alguno nuevo que aporta frescura y originalidad.
Unai no estará solo por lo que os volveréis a encontrar con personajes de “El silencio de la ciudad blanca” como Esti; Alba, embarazada; el abuelo, fundamental en la vida de los dos nietos; German, el hermano de Unai, los dos hackers favoritos; o la pandilla de amigos de Unai.
Cada uno de los personajes secundarios, misteriosos, extravagantes y potentes que tendrán un papel más determinante en esta entrega.
“Aquí termina tu caza. Aquí comienza la mía”.

“Los ritos del agua”, no es una novela cualquiera, es la consagración, por si alguien lo dudaba o no lo tenía claro, de la autora vitoriana como la reina de un nuevo tipo de novela que mezcla mitología, asesinatos, thriller, luces y sombras…
Es un ejemplo de libro que mantiene la atención del lector en cada página, en cada giro de la investigación. Una historia adictiva y que no decepcionará a los seguidores de la trilogía de la ciudad blanca.
“Aquí termina tu caza. Aquí comienza la mía”.
 






 

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