Comienza
mujer
por
escribir en los muros
con
las uñas.
Para
salir de prisión
sólo
recordar
la
palabra
la
mano
la
cerradura.
Día
tras día mide
el
tamaño de tu cárcel
recorre
el
suelo por sus esquinas
la
mirada
más
allá del miedo.
No
hay lápiz
ni
espejo.
Olvida
mujer
el
ojo del carcelero.
La
puerta
tiene
cerradura
y
hay viento del otro lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario