Los
barcos me dan la vida
por
esa negrura abierta
al
viento, a la sombra yerta
de
una muralla dormida.
Más
que tu piel perseguida
me
animan tus ojos quietos,
los
gatos grandes y prietos
del
Bulevar, la poesía
bruja
del mar, todavía
los
barcos me dan secretos
los
barcos siempre los barcos,
la
bruma siempre la bruma,
el
horizonte no suma
la
medida de sus arcos.
Yo
hablé de unos ojos parcos
y
de una piel requerida,
quise
explicar la salida
del
mar porque a ciencia cierta
por
esa negrura abierta
los
barcos me dan la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario