No
pienses en el día oscuro, en el día en que nadie
responde,
en el día en que tienes a un dios enfrente.
Piensa
en la otra jornada, aquella en que venciste
al
enemigo o ganaste en el juego, aquel día feliz
en
que todo te sonreía. Que tu ejemplo en la vida
sea
siempre lo que gozaste, no el sufrimiento.
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