Periodista,
biógrafa y narradora, Pilar Eyre lleva años conquistando un lugar destacado en
las preferencias de los lectores. Ahora se planta en la Barcelona de 1939 para
acompañar a las tropas del general Yagüe cuando entran en la ciudad.
SINOPSIS: En enero de
1939, las tropas de Franco entran triunfantes en Barcelona. Con ellas va
Mauricio Casasnovas, guapo como un artista de cine. Es el heredero de una
empresa textil, al que espera una mujer sumisa y un futuro dorado de noches en
el Liceo, los mejores sastres y fulanas de lujo. Pero la brutalidad de la
guerra ha abierto una grieta en su corazón que no deja de agrandarse. Mauricio,
a pesar de estar casado, conoce por primera vez el amor y la pasión con una
obrera de su fábrica, cuyo marido está encarcelado. Atormentado al no poder
poseer a esta mujer por completo, Mauricio comete un hecho terrible cuya culpa
lo perseguirá para siempre. Además, su vida conyugal esconde un enigma tan
devastador y sorprendente que ni él ni nadie ha podido sospecharlo jamás.
Pilar
Eyre nos invita a mirar por el ojo de la cerradura los secretos más ocultos,
fascinantes y vergonzosos de una Barcelona de contrastes, desde las orgías en
el hotel Ritz a las devotas misas de doce. La vida íntima de sus protagonistas
en pisos elegantes o en humildes cuevas. Criados y señores, pobres y ricos,
honrados y canallas cuentan su magnética historia con un final tan arrebatador
como todo el libro.
Con
sinceridad diré que me ha costado engancharme a esta novela, y no porque la
historia sea tediosa, si no por pura ignorancia. Pilar Eyre retrata en “Un perfecto caballero” una generación
olvidada. Se ha hablado mucho de nuestro pasado, pero no de los años 40 y 50.
Tampoco se habla de la generación, de aquella época, que nunca se recuperó de
la guerra. En Rusia en la División Azul. ¿Hoy quién se acuerda de ellos?
El
objetico de este libro es reivindicar un poco la memoria de todas estas
personas y demostrar que hubo gente honrada en los dos bandos. La de aquellos
que lucharon en la guerra y a pesar de ganar, perdieron.
Quizás
la falta de conocimiento sobre el contexto histórico es lo que ha frenado el
sentimiento de empatía en la historia, sin embargo, según pasé las páginas
entendí el ambiente en el que se desarrollaban estos hechos y acabé por
apreciar cada detalle de esta tremenda historia.
“Un perfecto
caballero”
os lleva de lleno a una nación devastada por la guerra, donde nadie habla, ni
se quiere acordar de qué ocurrió. Centrada en Barcelona, aunque también se
nombra a Sitges y a alguna otra localidad catalana, la autora os presenta un
mosaico desigual, donde los vencedores y los vencidos están juntos, pero no
conviven, ni ven la vida del mismo modo, no del mismo color.
Pilar
Eyre destripa la memoria de su familia para presentar una Barcelona acomodada
frente a una mayoría desamparada tras el final de la Guerra Civil. Un mundo
caracterizado por los matrimonios convenidos, las falsas apariencias y los
grandes apellidos. Frente a la vida de los sirvientes, el pesar de las mujeres
de compañía y los miles de personas que tuvieron que emigrar para no pasar
hambre.
Esta
es una historia ambientada en la posguerra cuyos temas pasan el amor,
infidelidad, amistad, culpabilidad, desencuentros.
“Un perfecto
caballero”
narra la historia de Mauricio Casasnovas, un joven heredero de una empresa
textil, a través de la trama de esta novela, dibuja un retrato fiel de una
Barcelona de luces y sombras. Un relato en el que se dan la mano la Barcelona
más burguesa desfilan por estas páginas, en las que una sociedad traumatizada
intenta recuperar la alegría previa a la guerra, nombres como los de Bofill,
Caralt, Ribes, Moncada, Regás…gente que no duda en alzar el brazo, vestir
camisa azul cantar el cara el sol y emplear el castellano, desterrando el
catalán, mientras rehúyen hablar de la tragedia civil vivida porque resulta de
mal gusto. Por otro lado, estaba la clase obrera formada en su mayoría por
hombres y mujeres que llegaban desde otros lugares de España en busca de un
trabajo en la floreciente industria textil; que hacían cola a las puertas de
una fábrica para conseguir un puerto de trabajo y que habitaban en cuevas o
dormían en el mismo suelo de la fábrica porque no tenían donde vivir.
Lo
que queda bien claro es que, casi tres cuartos de siglo después de su final, la
Guerra Civil Española y la Posguerra sigue siendo un tema controvertido y del
que poco o nada se habla. El libro está escrito desde la perspectiva de quienes
ganaron la guerra pero luego perdieron, un poco, la posguerra, porque todos
fueron perdedores: quiénes ganaron y quiénes perdieron.
La
prosa de la autora me ha parecido una maravilla, nunca había leído un libro suyo
hasta ahora y en ese aspecto me ha conquistado. Está escrito de una manera muy
elegante y se respira una gran implicación personal entre sus páginas.
La
novela empieza en el año 1939, cuando Franco entra triunfante en Barcelona con
sus tropas. A partir de este momento en la novela se suceden aventuras y
tragedias.
La
guerra ha pasado, y sin embargo todo permanece tiznado por el hollín de su
infierno. Castigado por la fiebre y las obsesiones que sufren quienes pelearon
en la trinchera, Mauricio se abre paso en una sociedad que, como él, parece
incapaz de volver a ser como antes. Se despliega ante el lector una Barcelona
contradictoria, de estancias inmundas y pobres con lujosas habitaciones donde
alguien siempre rumia una angustia o un agravio.
Criados
y señores, proletariado y empresarios del franquismo, pobres y ricos, honrados
y canallas se mezclan en este libro que tiene como centro una historia de amor,
la de Mauricio Casanova y Amparo, una obrera de su fábrica cuyo marido está
encarcelado. Entre el deseo y la culpa, Mauricio Casanova sirve a Pilar Eyre no
sólo para contar una Barcelona de contrastes, desde las orgias en el hotel Ritz
hasta las devotas misas de doce, sino también para escribir una indagación
humana y personal. Con maestría Eyre recupera los espacios íntimos, esos
habitáculos emocionales y familiares en los que se crece como novelista y que
en esta ocasión le permite adentrarse en los salones, comedores y armarios de
la burguesía barcelonesa que cantó el cara al sol en el Liceo.
Porque
esta novela se ha construido con retazos de su vida y recuerdos de su familia.
La pluma de Pilar es soberbia, un libro elegante, técnicamente eficaz y que se
vale de lo íntimo para construir una memoria colectiva y personal. En rigor la
ambientación de la novela me ha parecido sublime, con los ojos cerrados he
podido imaginar cada detalle de las calles, de sus teatros, de las fiestas… la
autora barcelonesa ha conseguido crear un retrato de la época adecuado y
completo. Una ambientación que nos lleva a ver la ciudad de Barcelona desde
otro punto de vista.
“Un perfecto
caballero”
es una novela poblada por personajes muy conocidos de aquella sociedad burguesa
como Samaranch, Carulla, Carlos Sentís, el actor Alberto Closas, o el mismo
padre de la autora, que se mezclan con personajes ficticios sin que en momento
alguno podamos hacer distinción entre unos u otros.
Me
ha gustado la forma en que la escritora nos presenta a los personajes de esta
novela siempre bien construidos, con aristas, con secretos, como le pasa al
protagonista.
Si
por un lado, el personaje de Mauricio es potente; tal vez, no enpaticéis en
ocasiones, pero que ha sabido trasmitir su dolor, evoluciona mucho a lo largo
de la novela. Empieza siendo un hombre frío, ausente, incluso cruel. La guerra
le ha generado unas heridas que no acaban de sanar. Sin embargo, acaba por
perdonar, por perdonarse por aquello que se vio obligado a hacer. Se vuelve
terriblemente humano. Por otro lado, tampoco se quedan atrás los dos personajes
femeninos que marcan su vida.
Cabe
destacar la evolución de los personajes de Conchita, la mujer de Mauricio, y el
de Amparo. Dos mujeres débiles en un inicio y subyugadas a los encantos de Casanovas, que acaban por tomar
las riendas de su vida y deciden luchar por aquello en lo que creen. Unas
mujeres que poco a poco y a su manera se van haciendo dueñas de la historia que
narra Pilar Eyre. El resto de los personajes también me han gustado creo que la
autora ha conseguido retratarlos de forma adecuada para que podamos
zambullirnos a través de la visión de cada uno de ellos y así hacernos una
composición de esta realidad que vivieron.
Resaltar
que su propia familia tiene un papel protagonista en sus páginas y la ciudad
donde ella misma reside es el escenario sobre el que levanta esta historia de
amor, de traición y, también, de política.
“Un
perfecto caballero” es una novela de costumbres, del día a día. La recuperación
de un tiempo no tan lejano de silencios y complicidades de al mejor sociedad
catalana. Y permite pasar unas horas entretenidas en estos tiempos de
desolación estivales.
Hola, pues yo no conocía el libro, pero la sinopsis me llamo mucho la atención ya ahora leyendo tu reseña, quizá para otras personas sea mucho más fácil poder engancharse al libro, me encantan que los personajes estén bien construidos y con sus secretos, es algo que yo suelo disfrutar mucho en los libros, esta de más decir que me llevo el libro anotado, saludos desde kiwybooks y gracias por la reseña!
ResponderEliminarHola Kiwy. Me alegro que te haya llamado la atención el libro.
EliminarDisfruta de la lectura.
Saludos!!!!