En cualquier caso, escribir siempre es exhibirse, en
cualquiera de sus acepciones, y no tiene por qué implicar una connotación negativa.
También a su favor, Esteban Marchant Mecato no pretende moralizar ni convencer,
sólo mostrar. Contar. Purgar.
“Sin pelos en la
lengua” es “un gran libro de amor”. Yo
diría que es un libro de búsqueda del amor. De soledad. De tortura constante.
De inventar el amor. Pero no de amor.
SINOPSIS: Sin pelos en
la lengua, narra la historia de Andrés, un niño, joven y adulto gay, que nace
en un núcleo familiar donde, ya existían dos referentes gais antes de él. Esta
situación le permitió crecer de forma un tanto más normal que otros chicos gay
de la zona en los años 80s. El jamás haber sido un “marica de closet” le llevó
a vivir su vida de forma más tranquila pero, no por eso, libre de los
conflictos que nacen a medida que una persona gay va enfrentando en su
identificación, aceptación y reconocimiento. El narrador va trasmitiendo todos
los detalles psicológicos del personaje, lo cual, nos invita a empatizar,
concientizar y sensibilizar sobre lo difícil que es vivir siendo gay, más aún,
en una época donde aún se discriminada y castigaba socialmente a quién
transgredir lo establecido por el sistema político, religioso y moral. Si bien
la historia es una de tantas vividas por personas de la comunidad LGTB, el
libro está orientado a la comunidad heterosexual ya qué, invita a quienes el
tema gay aún es muy lejano a ponerse en los zapatos del personaje y a sentir lo
que se vive tanto social como emocionalmente en un integrante de la comunidad
gay. Con una narrativa simple y no por eso básica, el escritor trasgrede el
límite del erotismo, llegando a ser pornografía literaria. Una historia
emotiva, erótica, sensibilizadora y políticamente incorrecta al ser el escritor
su propia línea editorial; en su trabajo, no va dejando nada a la imaginación.
Una autobiografía en tercera persona que no dejará a nadie indiferente.
En este caso, "Sin
pelos en la lengua" es la autobiografía erótico-sentimental de Esteban
Marchant Mecato y en ella narra el proceso que le llevó el descubrimiento de su
propia homosexualidad. Un proceso marcado en
sus inicios no tanto por escarnio o por burla por parte de los demás, sino más
por el propio sentimiento de culpa fruto de la educación de la época. Poco a
poco irá admitiendo su homosexualidad, y tendrá sus primeras experiencias
furtivas, sus primeros enamoramientos, con los que, en parte, expulsará los
demonios del cuerpo y con los que desterrará para siempre sus intentos de
"ser como los demás".
Habla de los deseos humanos y de la voluntad de cambiar
todo esto para el propio beneficio. Pero sobre todo habla de la condición
humana. Una novela que va desnudando, más que
los cuerpos, el alma del protagonista, con sus cosas positivas y su lado
negativo. Un lado negativo mucho mayor del que a primera vista podría suponerse
cuando comienzas a leer la novela.
Veamos, el libro es feroz. Cruel. Porque Estaban Marchant
es cruel consigo mismo. Muy valiente, cierto, porque hay que ser muy valiente
para mostrarse así, proponiéndoos una excursión por todos los laberintos de su
alma. Valiente o imprudente. No sé cuál de las dos cosas ha sido exactamente,
pero no hay pudor en ninguna de las páginas de este libro. Sin reservas, habla
sin tapujos de sexo y promiscuidad, en medio de una ciudad que lo tiene todo
para los hombres homosexuales.
Leer “Sin pelos en la lengua” ha
sido casi un ejercicio físico. He sudado, me he ruborizado, se me ha desbocado
el corazón. He terminado deliciosamente agotado, tendido en la cama –las manos
bajo la nuca– pensando en el autor, sintiendo una extraña conexión, una
comprensión silenciosa, lleno de preguntas. ¡Quizás es que todos amamos
parecido! La literatura, a veces, tiene este poder, el de desestabilizarte, el
de provocarte un ligero vértigo o un bostezo dentro del pecho.
Una novela absolutamente catártica, de tal intensidad, de tal emotividad,
que lo que menos importa es saber si lo que narra es o no autobiográfico. Deja
noqueado. Merece muchísimo la pena y aviso a muchos lectores de que, por las
cosas que cuenta, se van a ver reflejados y, desde luego, no van a salir
indemnes de esta historia.
La verdad es que se trata de un libro honesto y, sobre
todo, valiente. Hay que tener valor para desnudarse públicamente de esta
manera. El problema es, en toda esta "literatura del yo", que la
línea que separa la valentía del exhibicionismo es muy fina.
Podemos fingir en todo lo demás, pero nunca en el momento de expresarnos
sexualmente. De todos estos asuntos trata "Sin
pelos en la lengua", un striptease literario y sentimental,
emocionante a ratos. Un autorretrato en negro, duro, con aristas y
diversos tonos de gris. Un retrato matizado detalle a detalles, frase a frase;
porque los pequeños detalles son los importantes en la vida y como se dice en
algún momento es una obra de esas que cambian la perspectiva del lector,
de las que duelen, agitan conciencias y cambian por dentro.
Además, su estilo literario es maduro, reposado, reivindicativo, lúcido e
irónico. Disfrutarán enormemente de su lectura. Se lo aseguro. Por último,
también me gustaría destacar que “Sin pelos en la lengua” no es una obra que
pretenda sentenciar ni adoctrinar.
Un libro
escrito con una claridad y una contundencia poderosa. Gusto y delicadeza, desde
una poética impresionista que tiene en la contención su mayor virtud, el relato
toma la forma de postales cotidianas y desordenadas, a veces mínimas, con las
que el autor chileno explora su memoria sentimental. Sus palabras trazan por
medio de experiencias y emociones sencillas un vívido y conmovedor retrato que
logra transmitir, una honda verdad literaria.
Es una
radiografía completa del espíritu humano, un minucioso escáner del alma.
Me ha
gustado muchísimo la manera en la que se profundiza en el ser humano, cómo a
través de distintos personajes la autora nos hace reflexionar sobre la bondad,
el egoísmo, la generosidad, la vejez, la soledad, los traumas, los convencionalismos
sociales, la intolerancia, el racismo.
Sin embargo,
no se trata de una novela de humor. Tampoco de una tragedia o una comedia
surrealista, pero posee "todas esas cosas". Lo que sí promete es una
historia con la que cualquier español del siglo XXI, "tenga 20 o 60
años", se sentirá identificado.
Desde esa
profundidad, desde esa sensación de la vida como una apuesta perdida siempre
pueden acabar surgiendo historias épicas, transgresoras, empáticas para todos y
cada uno de nosotros, independientemente del sexo, con nuestras batallas emocionales
sobre las que no nos queda otra que remontar.
Da gusto que
un libro tan arriesgado como es éste exponiendo en primera persona. Eso
conlleva ser único protagonista del relato. Si nos centramos en aspectos más
concretos de la obra, no hace falta discriminar que transita entre el género de
las memorias y de la autobiografía. Es una autobiografía emocional a partir de
la propia gestión de los deseos. Donde Esteban Marchant en la que protagonista
y autor se confunden durante el transcurso del relato. No es extraño.
Así, “Sin pelos en la lengua” se convierte
también en un documento sociológico de nuestra época.
Y ahí, en esas
páginas, está todo, nada parece ocultarse: sus pulsiones incontrolables, sus
incendios invisibles, sus primeros escarceos, sus muchos rechazos y sus muchos
enamoramientos; su bajada a los infiernos, sus locuras por amor, sus locuras
por desamor, sus intentos por zafarse de la tentación, sus fugaces visiones de
la felicidad y su búsqueda de la pareja. De amar y de ser amado, para sentir
como decían en “Moulin Rouge” que “Lo más grande que te puede suceder es que
ames y seas correspondido”. El autor chileno hace con
esta obra un ejercicio de exposición con el que, posiblemente, culmina esa aceptación
de su homosexualidad poniendo voz al protagonista, que es la suya propia, a través
de su experiencia
Y que poco a
poco, esta irá saliendo a la luz, trayendo consigo una serie de biografías
cruzadas que vienen de lejos. A través de unos protagonistas cuyos secretos
inconfesables y sorprendentes arrastraran a unos y otros a un torbellino
vivencial y emocional que cambiará sus vidas de una manera radical.
Los personajes,
esbozados apenas en el arranque de cada relato, van adquiriendo peso y
consistencia conforme se avanza en la lectura mostrándose más fuertes y
valientes o más frágiles y delicados, peros todos y cada uno de ellos muy humanos,
uno se da cuenta de la labor de orfebrería llevada a cabo por el autor, en ese
afán suyo por conseguir que los lectores no puedan ir más allá que sus propios
personajes.
Con protagonistas y secundarios perfilados y diferenciados
y un fundamento ideológico o social profundo y, por fortuna, nada maniqueo.
Es una novela de personajes, todos muy distintos, todos con sus problemas
y, sobre todo, todos tan reales como la vida misma. Y de eso precisamente trata
la novela, de la vida, de las relaciones, de esa gente con la que convivimos
día a día y que se convierte en nuestra familia casi sin saberlo. “Sin pelos en la lengua” no narra una vida fácil, lo que hace que la
novela "sin ser complaciente en ningún aspecto, aun así resulta muy
emocionante". No es "políticamente incorrecta" aunque sí
"habla de cosas difíciles de asumir". Y, sobre todo, es
"compleja y fácil, pero en absoluto simple", porque "ni acude a
tópicos ni a etiquetas", remata.
La literatura, a veces, tiene este poder, el de desestabilizar, el de
provocar un ligero vértigo o un bostezo dentro del pecho.
Y le doy las gracias, por la valentía, por la música y el talento, por
comprometerse. Como pasa con los amores locos, uno podría dejarlo todo aparcado
y, en esta ocasión, dedicarse sólo a leer. A leer “Sin pelos en la lengua”.
¡Hola! La verdad es que no conocía para nada la existencia de este libro. De vez en cuando me gusta bastante leer novelas "de personajes" y evitar tramas pesadas o más complejas. A menudo leo libros de temática LGTB y por lo que he leído en tu reseña, tiene una gran inclusión en el propio libro. Incluso para mi con una novedad: que el protagonista sea aceptado. Muchas gracias por darme este libro a conocer.
ResponderEliminarJuliet del blog Parafraseando con Juliet
Hola. No te defraudara el libro... Te lo recomiendo.
EliminarSaludos
Saludos desde Chile. Espero puedas leer mi trabajo y comentarlo.
EliminarUn abrazo.
Deseo agradecer desde, Buin, Santiago de Chile. Mis más sinceros agradecimientos a, José Ribes Pérez, por tan magistral reseña, estoy emocionado al leer tan detallada descripción se mi primer trabajo literario. Ya se viene la segunda entrega de la trilogía.
ResponderEliminarDesde el sur de Latinoamérica, un abrazo la distancia e invito a todos quiénes lean la reseña a buscar mi libro en www.amazon.es
Y pueden seguirme en mis redes @esteban.marchantescritor mi Instagram y en mi Facebook, buscandome por mi nombre.
Un abrazo a la distancia.