Ilustración autor desconocido.
Las
tardes de por sí aquietadas de los domingos, amordazadas además por el calor de
agosto, las esquivábamos en el remanso grande del río. Allí los chicos, entre
los que no estaba bien visto tomar el sol tumbado en la toalla, nos retábamos
para ser los primeros en sacar del agua cualquier cosa que las muchachas
lanzaran y se hundiese: unas llaves, un collar, un brazalete. Al competir él y
yo, como líderes en continua rivalidad, siempre proponíamos complicar el juego,
de forma que tuviéramos que coger la presa sin manos y sacarla entre los
dientes. Han pasado muchos años y, aunque jamás hemos hablado de ello, sé,
sabíamos ambos, que era una manera de, en el fondo, comernos las bocas durante
la refriega, sin que nadie lo sospechara en la superficie.
AUTOR: Miguel Ángel Flores.
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