“El aroma del
crimen”
un sorprendente relato que mezcla la novela negra, la intriga, la policíaca y
la gastronómica en un equilibrio narrativo muy interesante, tal vez este perfecto
equilibrio, se deba a que su autor es un cocinero de renombre, Xabier Gutiérrez,
que intercala los fogones con la pluma.
SINOPSIS: A Vicente
Parra, oficial instructor de la Ertzaintza, con sede en el barrio del Antiguo
de San Sebastián, le son asignados dos casos aparentemente muy diferentes. La
diseñadora de moda Elena Castaño ha sido salvajemente apuñalada en su mansión y
aunque los indicios apuntan a un robo, pronto queda claro que se trata de un
crimen personal disfrazado de asalto. El otro caso es la muerte por
insuficiencia renal y hepática de un joven llamado Cristian José, bedel en la
universidad. La madre del joven sospecha que la muerte no fue natural pues ha
encontrado importantes cantidades de dinero en efectivo en su casa y además
llevaba últimamente un tren de vida que no se correspondía con su sueldo.
Vicente pronto descubre que los sospechosos están todos relacionados con el
mundo de la gastronomía, y más cuando la autopsia del cadáver de Cristian no
ofrece dudas sobre las causas de su muerte.
El
menú que se ha presentado consta de varios platos: personajes y escenas
correctamente ligados y aderezados con distintas especies: erotismo,
asesinatos, sexo y misterio.
Xabier
Gutiérrez platea las investigaciones como una partida de ajedrez, un juego de
estrategia o como un puzle. En particular, resolver un crimen, como dijo el
autor, “era como unir un puzle con las fichas giradas hacia abajo. Las pruebas
estaban ahí, sólo hacía falta darles la vuelta”. Y a esa tarea se dedicará en
la novela, a dar la vuelta a diferentes piezas para después encajarlas y darles
sentido.
Lo
primero que me llamó la atención de este libro cuando lo comencé a leer fue que,
durante los primeros capítulos, se va
narrando diferentes historias aparentemente sin conexión entre sí. Se presenta
a cada uno de los personajes, uno por capítulo, contando un paisaje de su vida
actual. Pero no como una presentación al uso en la que se cuenta quién es esa
persona, ni se deja intuir qué relación va a guardar con la historia principal.
Por esto, cuando los capítulos de presentación de personajes terminan, es
cuando se empieza a investigar de la mano de Vicente Parra –el protagonista-,
los casos policiales. Y de esta manera
empezamos a hilar cuál es la conexión entre cada uno de los personajes que ha
sido presentados al inicio de la novela, a la par que se va siguiendo sus
acciones.
A
su vez, otro tema que está muy presente a lo largo de toda la novela, y que hará
las delicias de sus amantes, es la cocina.
Cocina
y narrativa aparecen así entretejidos entre sus personajes, en esta novela muy
sensitiva y a la vez muy sensual.
Porque
lo más importante para el autor es mostrar los sentimientos de cada uno de los
protagonistas indagando en su interior, donde se encuentra la verdadera riqueza
de una novela, y con permanentes guiños al mundo que rodea la cotidianidad de
sus vidas entre sus sufrimientos y sus disfrutes o sus vaivenes y sus
estabilidades.
Sin
embargo, para mi gusto, el autor se entretiene en demasiados detalles. Hay amplias
descripciones de la vida personal de los personajes, de sus encuentros
sexuales, de sus comidas, pequeñas sutilezas que algunas de las escenas
resultan un poco ralentizante.
Xabier
Gutiérrez capta la atención y aguanta la tensión hasta el último momento. Sin giros
argumentales; la novela emana frescura, vigor y agilidad. Con destreza combina
el lenguaje directo con la narrativa descriptiva que convierte la lectura en
una experiencia placentera y entretenida.
En
cuanto a las dos líneas narrativas que discurren paralelas, a cada paso que
dan, parece que vayan estrechando lazos entre ellas para acabar fusionándose, o
esa es la idea que el lector se va formando, a medida que los casos se van
desenredando como una madeja de lana.
Bien
es cierto, que el asesinato de Elena –diseñadora de moda- tenga su importancia,
queda un poco de lado, siendo su final completamente precipitado. En cambio, el
autor se centrará más en el presunto asesinato del joven bedel. Dado que es un
asunto más complicado y que merecerá gran parte de su atención, tota la astucia
y perspicacia para resolver el caso.
Hay
libros que se escriben con ganas de éxito para ser leídos, entretener o hacer
disfrutar al lector. Hay novelas que se escriben para contar y se convierten en
una experiencia para el lector. Llena de intrigas y suspense. “El aroma del crimen” es una novela
interesante y llena de misterios por resolver. Ya sea a través de la cocina o a
través de las investigaciones en comisaria, de ahí que la intriga está servida
y el autor nos la presente como haría con uno de sus mejores platos.
Además
tengo la impresión de que el autor se lo ha pasado muy bien y ha disfrutado
mucho más escribiendo sobre algo que le apasiona, transmitiéndoselo al lector.
Un
crimen para paladares exquisitos.
Parece muy interesante LA NOVELA.
ResponderEliminarJordi, es interesante la novela por la combinación de narrativa con el aspecto culinario. La disfrutaras. Feliz lectura.
EliminarGracias por tus comentarios. Son de mucha ayuda. En tus apreciaciones hay una que has dado de lleno. Lo bien que me lo paso escribiendo.
ResponderEliminarEse matiz de la cocina me hace recordar a Vázquez Montalbán y su eterno Pepe Carvalho, que en sus novelas siempre introduce recetas, platos, detalles de cocina... Me gusta lo que has contado de la novela, creo que es de las que disfrutaría. Un abrazo.
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