A
veces, en esas noches en que la luna llena ilumina el inteRioR de las casas, se
escuchan extRaños lamentos.
Son
monstRuos de la noche a los que, escondidos en los aRmaRios o acuRRucados bajo
las camas, les castañetean los dientes.
Pues todo el mundo sabe que los monstRuos les
da miedo la oscuRidad y que sufRen hoRRibles pesadillas.
Algunos
que se cReen más valientes intentan saliR de su escondite paRa encendeR la luz.
PeRo
son unos gallinas, pues apenas han dado dos pasos en diRección al inteRRuptoR,
vuelven coRRiendo a escondeRse al fondo de sus aRmaRios.
Y
es que a los monstRuos les da miedo la oscuRidad.
LloRan
y tienen hoRRibles pesadillas.
Hay
otRos que intentan daRse ánimos cantando canciones de monstRuos.
PeRo están tan asustados
que sus cantos paRecen aullidos. Y, claRo, los demás monstRuos, al oíRlos, se
echan a temblaR y a lloRaR de miedo.
Si
pRestas mucha atención seguRamente podRás escuchaR sus extRaños lamentos.
En
esas noches en que la luna llena ilumina el inteRioR de las casas, los
monstRuos son víctimas de sus pRopias imaginaciones.
En
las sombRas que pRoducen las coRtinas cReen veR la silueta de un lobo, en los
pliegues de las sábanas las enoRmes fauces de un tibuRón hambRiento.
Y
en los áRboles del jaRdín paRece dibujaR enoRmes leones en las paRedes y en el
techo.
Si
abRes los ojos en ese instante, los veRas coRRiendo de miedo, saltando por
encima de tu cama.
Las
noches de toRmenta, cuando los Relámpagos Rasgan el cielo y el tRueno Retumba
como un cañón, los monstRuos de la noche se Refugian en los cajones de los
aRmaRios. Allí, entRe jeRseys y calcetines, se abRazan unos a otRos,
ateRRorizados, temiendo seR fulminados por las llamas que lanzan unos
espantosos dRagones.
Si
te atReves a meteR la mano por entRe la Ropa colgada de tu aRmaRio seguRamente
encontRaRás un pequeño y tieRno monstRuo tiRitando de miedo.
AbRázale
y cuéntale un cuento.
Y
si te sientes algo asustado una de esas noches en que la luna llena ilumina el
inteRior de las casas e inquietantes sombRas se agitan en el techo, recueRda
que a los monstRuos también les da miedo la oscuRidad.
LloRan
y tienen hoRRibles pesadillas.
PoRque
más allá de sus aullidos y de sus aspecto amenazadoR, más allá de su castañeteo
de dientes y de sus lamentos…
En
todos los monstRuos late el coRazón de un niño.
Autor: Michaël Escoffier.
Ilustración: Kris de Giacomo.
Hola!
ResponderEliminarMe encanto, te comento que te nomine al Best Blog
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Un beso grande!