Siempre
me ha parecido interesante cuando los autores buscan nuevos caminos expresivos
y estéticos. Es decir, cuando arriesgan.
Supongo
que esta novela es cómo una lectura obligada para todos los que hayan
disfrutado con “El tiempo entre costuras”. Y ha sido esta expectación, la que
posiblemente, haya jugado en su contra, provocando ciertas opiniones no tan
favorables como eran de esperar sobre la historia que nos cuenta en “Misión
olvido”.
Es preciso recalcar que los dos libros no tienen mucho
en común, exceptuando que ambos están bien escritos. Dado que, ni el argumento,
ni los personajes se parecen en nada, por lo que quien haya llegado hasta
“Misión olvido” buscando algo del mismo estilo que su primera novela, quizás se
lleve una desilusión.
SINOPSIS: Incapaz de
recomponer sus propios pedazos, la profesora Blanca Perea acepta a la
desesperada lo que anticipa como un tedioso proyecto académico. Su estabilidad
personal acaba de desplomarse, su matrimonio ha saltado por los aires. Confusa
y devastada, la huida a la insignificante universidad californiana de Santa
Cecilia es su única opción.
El
campus que la acoge resulta, sin embargo, mucho más seductor de lo previsto,
agitado en esos días por un movimiento cívico contrario a la destrucción de un
paraje legendario a fin de construir en él un enorme centro comercial. Y la
labor que la absorbe —la catalogación del legado de su viejo compatriota Andrés
Fontana, fallecido décadas atrás— dista enormemente de ser tan insustancial
como prometía.
A
medida que se afana en vertebrar la memoria de aquel hispanista olvidado, junto
a ella va ganando cercanía Daniel Carter, un colega americano veterano y
atractivo que no ocupa el sitio que debería ocupar. Entre ambos hombres, uno a
través de sus testimonios póstumos y otro con su complicidad creciente, Blanca
se verá arrastrada hacia un entramado de sentimientos encontrados, intrigas
soterradas y puertas sin cerrar.
¿Por
qué nadie se preocupó nunca de rescatar lo que Andrés Fontana dejó a su muerte?
¿Por qué, después de treinta años, alguien tiene interés en que todo aquello se
destape al fin? ¿Qué tiene que ver la labor inconclusa del viejo hispanista con
todo lo que está ocurriendo ahora en Santa Cecilia? ¿Qué le movió a desempolvar
la historia no contada de las misiones del Camino Real? Antes de encontrar
respuestas, Blanca aún tiene mucho que entender.
Una
novela luminosa, un tributo a las segundas oportunidades, la reconciliación y
la reconstrucción.
El
reencuentro con la autora que nos cautivó entre costuras y nos volverá a
seducir con una misión inolvidable.
Resulta
complicado, a la hora de analizar esta novela, sustraerse de su anterior y
exitosa novela “El tiempo entre costuras”. Por un parte, no es un continuación
de la primera novela, si no que María Dueñas haya utilizado un registro y una
temática totalmente diferente; así como, los escenarios también son totalmente
distintos.
En
esta novela la autora nos propone una historia intimista, de sentimientos, de
soledades, de no encontrar nuestro lugar en el mundo. Acompañado de un final
suave y delicado. Lo más importante es que, María Dueñas, sabe muy bien
transmitirnos muy bien su personalidad, sus pensamientos y sentimientos y hace
que nos impliquemos en ella.
Podríamos
considerar que la novela se entremezclan tres épocas diferentes, como esas
muñecas rusas que se guardan una dentro de la otra, la España de antes de la
guerra y la postguerra y el presente actual en E.E.U.U. y muy levemente la
california de las misiones de los franciscanos. Un tema que como bien dice el
libro, los españoles no conocemos a pesar de que tiene mucha relación con
nosotros.
Sucesivamente
las tres historias, se irán alternando
lo largo del libro junto con los tres personajes principales que
acabaran interconectados.
Me
ha parecido una novela, mucho más reposada, más realista en muchos términos.
¿Lo
que le falta? Quizás algo más de intriga, de misterio y aventuras. Sobre todo
te quedas con las ganas de profundizar más en la historia de los franciscanos.
Una
novela cuya trama se sustenta fundamentalmente en tres historias: la de Blanca
Perea, Andrés Fontana y Daniel Carter. En conjunto tiene como nexo de unión dos
escenarios principales: el de California universitaria de finales de los años
90, que la autora nos relata sin gran profundidad, y la de la España de los años 50.
Como
habréis podido observar, como en su anterior libro, gran parte del peso
argumental de la novela vuelve a recaer sobre una mujer. En el caso de los
personajes masculinos de esta novela tienen tanta o más fuerza que la propia
protagonista de la historia. Y eso, en sí mismo es un avance. Puesto que, hace
que la novela sea muchos más completa y que abarque un universo de
personalidades mucho mayor. Sin embargo, dentro de las tres historias que
redondean al novela, hay personajes secundarios que están muy bien conseguidos
y que protagonizan momentos realmente buenos.
Entre
otras cosas, la evolución de los personajes muy conseguida. Cada uno de ellos
está bien definido, dibujado y perfilado en la trama. Protagoniza una historia
sólida dotándola en algunos momentos de gran emotividad.
No
busca esta vez a una heroína, sino a una mujer que va tomando distancia. Una
mujer tremendamente real cuyos sentimientos buscan transcender las páginas del
libro hasta el lector.
“Misión
olvido” es una novela en la que lo más importante son los sentimientos, muy por
encima de la acción. Eso es algo que puede gustar al lector, o defraudar a
aquellos que están buscando una novela como la anterior en la que predominaba
la acción.
Escrita
con una prosa correcta, hermosa, llena de evocaciones en la fuerza narrativa y
descriptiva. Siendo de factura impecable, elegante y evocadora. A su vez
consigue hacer la lectura de la novela agradable.
El
encaje de la narración entre los tramas están perfectamente estructuradas y
bien conexionadas unas con otras, saltando de un tiempo a otro con gran
habilidad desarrollando las historias.
En
cambio, la intensidad de la propia historia con el peso de las páginas va
diluyéndose sufriendo altibajos, no mantiene una continuidad, hay partes en las
que decae mucho, sobre todo en la primera parte del libro llegando a hacer
densa la lectura convirtiéndose en un tanto lenta, y por el contrario otras en
las que las intrigas e investigaciones consiguen mantener en vilo y la
curiosidad al lector. Evidentemente esta es mi opinión, una valoración muy
subjetiva.
Es
inevitable que cuando un escritor publica una novela que ha tenido éxito, la
tendencia es compararla con la siguiente. Aunque son dos historias
completamente distintas ambas están escritas con una prosa magistral. Esto
significa que con “Misión olvido” disfrutaras pasando páginas y de cada línea
por lo bien escrita que está con una historia
muy humana. Pero como ya he apuntado al final del párrafo anterior, con cierta
carencia de ritmo.
Tengo
que reconocer que es una novela que queda muy por debajo del talento y de las
posibilidades literarias de la autora. Echo de menos una narración sólida y
consistente como la que María Dueñas nos sorprenderá, estoy seguro, en sus
sucesivas novelas.
Pero
sobre todo y ante todo, aplaudo la valentía de cambiar de registro literario y
argumentativo tras el imparable y apabullante éxito de su primera novela.
¡Hola!.
ResponderEliminarSoy Iria, del blog La Cazasueños.
Te lo dejo por aquí.
http://laylathedreamer.blogspot.com.es/
Quería comentarte que estas nominada al book tag.
THE BEST BLOG
Espero que lo hagas. Pasate por mi Blog si no sabes de que va.
Suerte y Besos.
Hola!
ResponderEliminarMi mamá estuvó traumada un tiempo con la serie que sacarón de su libro "tiempo entre costuras" Muy buena reseña!
Saludos, Max.
Hola!!! Me alegro que te guste la reseña. Espero que el trauma de tu madre haya sido en positvo...
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