Ilustración autor desconcido.
Tuvo
que admitir los hechos en su justa medida: no había dormido un solo minuto en
los últimos siglos y era de suponer que Hipnos, dios del sueño, hijo de la
noche y hermano gemelo de la muerte, no iba nunca a levantarle el castigo.
Empujado por su debilidad humana, se postro ante Zeus y suplicó por una
compañera de juegos que suavizase con su calor la infinita soledad de sus
noches venideras. Absorto en sus reflexiones sobre los conflictos, Zeus lo miró
y no supo que responder.
Autor: Francisco Rodríguez Criado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario