No
necesito un hijo que me quiera,
ni
que sea feliz, ni hermoso,
ni
que triunfe y me sonría,
ni
un hijo que me cuide,
me
proteja, me tutele.
Necesito,
simplemente,
un
hijo que me sobreviva
y
al que poder amar hasta el final.
Si
me faltara,
¿qué
haría yo con tanto amor
como
me crece para él
cada
mañana?
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