¡De
que callada manera
Se
me adentra usted sonriendo,
Como
si fuera la primavera!
(Yo,
muriendo).
Y
de qué modo sutil
Me
derramó en la camisa
Todas
las flores de abril.
¿Quién
le dijo que yo era
Risa
siempre, nunca llanto,
Como
si fuera
La
primavera?
(No
soy tanto).
En
cambio, ¡qué espiritual
Que
usted me brinde una rosa
De
su rosal principal!
De
que callada manera
Se
me adentra usted sonriendo,
Como
si fuera la primavera
(Yo,
muriendo).
Elegante poesía del gran Nicolás Guillén
ResponderEliminarGracias Javier. Distinción y bellaza...tanto en las palabras como en la primavera.
EliminarSaludos