Cuando todo parece acabar
Y la luz desfallece
Por la miseria del Hombre
En el horizonte de la vida
Tu alma vuela despacio entre las cosas
Y éste y todos los mundos
Renacen
y vuelven al viejo oficio del ciclo
Al perpetuo arte de la rosa.
Mar y mareas
Te siguen y creas
La fragancia de las flores.
Y renace la luz
El mismo eterno atrevimiento
Que descubrí
En un jardín
Cuando bailabas
Con el único vestido de estrellas
Que conocí
Y que asta esta historia
Para siempre
Urdida en hilos de mazapán
Y telegramas que no dejan de llegar
Cada día.