domingo, 28 de junio de 2015

VERANO SIN SOMBRA.



 

A la sombra de la luna,         
se encuentra dormida mi alma.         

El faro de Camarinal la ilumina,       
y le guían los acantilados.     

El sol cae sobre ella, como un racimo de uva,          
y la arena de su cala lo absorbe,        
arrancándola de su letargo.   

¡Oh, alma dulce! ¡Oh, alma salada!  
Carola de mis mares, 
mis luces y sombras.

sábado, 27 de junio de 2015

CORPUS. Capítulo 56.



Entrando por la calle de la Fuente, de vuelta del huerto, las campanas, que ya habíamos oído tres veces desde los Arroyos, conmueven, con su pregonera coronación de bronce, el blanco pueblo. Su repique voltea y voltea entre el chispeante y estruendoso subir de los cohetes, negros en el día, y la chillona metalería de la música.

La calle, recién encalada y ribeteada de almagra, verdea toda, vestida de chopos y juncias. Lucen las ventanas colchas de damasco granate, de percal amarillo, de celeste raso, y, donde hay luto, de lana cándida, con cintas negras. Por las últimas casas, en la vuelta del Porche, aparece, tarda, la Cruz de los espejos, que, entre los destellos del Poniente, recoge ya la luz de los cirios rojos que lo gotean todo de rosa. Lentamente pasa la procesión. La bandera carmín, y San Roque, Patrón de los panaderos, cargado de tiernas roscas; la bandera glauca, y San Telmo, Patrón de los marineros, con su navío de plata en las manos; la bandera gualda, y San Isidro, Patrón de los labradores, con su yuntita de bueyes; y más banderas de más colores, y más Santos, y luego, Santa Ana, dando lección a la Virgen niña, y San José, pardo, y la Inmaculada, azul... Al fin, entre la Guardia Civil, la Custodia, ornada de espigas granadas y de esmeraldinas uvas agraces su calada platería, despaciosa en su nube celeste de incienso.

En la tarde que cae, se alza, limpio, el latín andaluz de los salmos. El sol, ya rosa, quiebra su rayo bajo, que viene por la calle del Río, en la cargazón de oro viejo de las dalmáticas y las capas pluviales. Arriba, en derredor de la torre escarlata, sobre el ópalo terso de la hora serena de junio, las palomas tejen sus altas guirnaldas de nieve encendida...

Platero, en aquel hueco de silencio, rebuzna. Y su mansedumbre se asocia con la campana, con el cohete, con el latín y con la música de Modesto, que tornan al punto al claro misterio del día; y el rebuzno se le endulza, altivo, y, rastrero, se le diviniza...

Autor: Juan Ramón Jiménez. 
Libro: Platero y yo.
 

miércoles, 24 de junio de 2015

FELIÇ DIA SANT JOAN.



 
LA NIT DE SANT JOAN

La lluna de Sant Joan
és la Lluna riallera,
que va vestida de blanc
amb una capa de seda.

A les sabates porta ales
i flors a la cabellera,
venturetes que regala
en una nit fugissera.


 

FOC DE SANT JOAN

Els vailets que a l’estiu,
roben la fruita dels horts
i els altres, els que no la roben,
i fins aquells petits monstres
que durant llargues tardes xafogoses
aprenen les lliçons d’història;
tots plegats
i llurs mares i germanes
i les nenes del veïnat
de menys de catorze anys
i algun home escadusser
que diu que estima la família,
però que, en realitat,
no té deu rals per prendre’s un cafè;
tots plegats, repeteixo,
criden desassenyadament
i riuen i s’empaiten
i encenen, incansables,
mants coets i petards
a l’entorn d’un foc de llenya verda,
mànecs d’escombra
i qualque resta de cadira vella.