Una
vibrante novela que nos descubre algunos de los secretos ocultos de Santa
Teresa de Ávila, justo en el año en que celebramos su V Centenario. La santa,
doctora de la Iglesia, que también padeció la incomprensión y la persecución,
pero que salió adelante.
Sutil,
visionaria y humana.
SINOPSIS: La Inquisición
contra Teresa de Jesús.
Un
proceso oculto durante siglos que por fin sale a la luz.
Durante
el reinado de Felipe II, la Inquisición se lanza con denuedo y auténtica
obsesión a controlar la sociedad española. Nadie está libre de sospecha.
Don
Rodrigo de Castro es un inquisidor implacable, ambicioso y cauto, que se ha
consagrado concienzudamente a realizar pesquisas sobre aquellas mujeres que
caen en éxtasis o tienen visiones y misteriosas revelaciones, por si fueran
“alumbradas”, es decir, adeptas a la secta mística que tanto preocupa al Santo
Oficio, que la considera herética y relacionada con el protestantismo.
Y
para hacer las averiguaciones pertinentes, De Castro ha nombrado a dos
comisarios, un fraile dominico y un caballero de la Orden de Alcántara, con
atribuciones especiales y secretas.
En
medio de todo eso, una mujer se afana por unir lo presente y lo eterno; separar
la verdad de la apariencia y vivir una fe auténtica y una espiritualidad pura:
Teresa de Jesús, la figura más grande y universal de la España del XVI, que no
obstante su fina intuición, su magistral escritura y su virtud probada, fue
acosada por los inquisidores, algo que se ocultó en los siglos subsiguientes y
que hoy, por fin, es sacado a la luz.
El
primer capítulo es en realidad una curva que nos permite comprender la génesis
del libro -pero, ¿es biografía? ¿Es historia o historia novelada?- Contiene
hermosas páginas sobre la escritura y la literatura, sobre la importancia de
ambas, que son oxígeno para el alma. Un tablero que enfrenta a detractores y
defensores de su persona, en una historia que aprovecha parte de la biografía
de Teresa de Jesús para invitarnos a conocer la España del siglo XVI y a la
Santa Inquisición, como nunca antes se había escrito sobre ellas.
Que
nos ayudará no sólo a conocer la vida y la obra de Teresa de Jesús, sino también
a insertarla mejor en su época; que sorprenderá y que gustará dada su
combinación de ingenio, complejidad moral y compasión.
El
autor nos cautiva nuevamente con una narración culta, exquisita, al mismo tiempo
que fresca y amena, con el estilo y estructura de las obras de la época, para
guiarnos por la historia cogiéndonos de la mano y llevándonos por diferentes
lugares acompañando a sus protagonistas en un contexto histórico descrito con
detalle, rigor y maestría.
Este
planteamiento argumental, muy amplio y ambicioso, exige la intervención directa
de numerosos personajes, continuos cambios de escenario, y abundantes
reflexiones de carácter teológico, todo lo cual hace necesaria una lectura
atenta y ponderada. El autor refleja con detallado realismo las implicaciones
políticas y eclesiásticas así como el riesgo de incurrir en el fanatismo o
ambición personal que conllevaba la labor de los inquisidores.
Desfilan
por esta historia multitud de personajes reales, como el Inquisidor don Rodrigo
de Castro y la princesa de Éboli Los diferentes personajes que van apareciendo
a lo largo del libro están definidos minuciosamente, hasta en su vestimenta e
incluso su fisonomía y sentimientos.
Me
deje atrapar por las espirales lingüísticas y narrativas de Sánchez Adalid que arma
un mecanismo perfecto para que las páginas vuelen hacia una lectura que te
arrastra a un mundo, a una época, a una realidad distinta, distante,
desconocida, y que, no obstante, te proporciona con completa naturalidad las
herramientas necesarias para quedarte ahí a experimentar su realidad durante
cada minuto de la lectura.
Resulta difícil encontrar qué más puede
aportar una novela.
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