Soy
el Gato Trovador
que
maúlla en los tejados,
en
galpones y tinglados
cuando
nadie puede verme,
porque
medio mundo duerme
y
sólo quedan despiertos
los
gatos enamorados.
Yo
le canto a todo el barrio,
a
chiquitos y a grandotes,
loros,
lauchitas, perrotes
y,
sobre todo, a la luna
que
quiero más que a ninguna,
porque
gracias a ella veo
si
me tiran con cascotes.
Y
aquí me pongo a cantar,
al
compás de las estrellas,
que
son las cosas más bellas
que
hay en el firmamento
y
ahora me voy, atento,
mientras
trepo a mi terraza
para
encontrarme con ellas...