domingo, 31 de diciembre de 2023

NO QUIERO. Feliz Noche Vieja.

 
 
No quiero
que los besos se paguen
ni la sangre se venda
ni se compre la brisa
ni se alquile el aliento.
No quiero
que el trigo se queme y el pan se escatime.
 
No quiero
que haya frío en las casas,
que haya miedo en las calles,
que haya rabia en los ojos.
 
No quiero
que en los labios se encierren mentiras,
que en las arcas se encierren millones,
que en la cárcel se encierre a los buenos.
 
No quiero
que el labriego trabaje sin agua
que el marino navegue sin brújula,
que en la fábrica no haya azucenas,
que en la mina no vean la aurora,
que en la escuela no ría el maestro.
 
No quiero
que las madres no tengan perfumes,
que las mozas no tengan amores,
que los padres no tengan tabaco,
que a los niños les pongan los Reyes
camisetas de punto y cuadernos.
 
No quiero
que la tierra se parta en porciones,
que en el mar se establezcan dominios,
que en el aire se agiten banderas
que en los trajes se pongan señales.
 
No quiero
que mi hijo desfile,
que los hijos de madre desfilen
con fusil y con muerte en el hombro;
que jamás se disparen fusiles
que jamás se fabriquen fusiles.
 
No quiero
que me manden Fulano y Mengano,
que me fisgue el vecino de enfrente,
que me pongan carteles y sellos
que decreten lo que es poesía.
 
No quiero amar en secreto,
llorar en secreto
cantar en secreto.
 
No quiero
que me tapen la boca
cuando digo NO QUIERO…

sábado, 30 de diciembre de 2023

ÚLTIMOS DÍAS DEL AÑO.


-Kato Molinari-
 
Se me escurre como un pez, se me escurre como
un pez, la felicidad, tonta. Siempre visita a
los otros. El camino no es el que tomé. El
estanque está sin agua, un incendio arrasó la
arboleda.
 
Y mi gato criollo, pura panza, puro instinto y
suspicacia está pupilo en otra casa porque no
fui buena madre, así como leen.
 

viernes, 29 de diciembre de 2023

HABLO EN NOMBRE DEL ALBA.

 

Ilustración Cedric Morris.

-Luis Franco-

 
Los pájaros no saben qué hacer con tanto cielo.
Es sólo un puro azoro el alba
de una resurrección rasgando su sudario.
El horizonte ofrece su diadema
y el menor soplo asciende a numen.
 
Un viento aún azul de lejanía
viene en busca del alma velera de los pájaros
que estallan sin demora en un motín de alas,
mientras el cielo empieza a sonar en sus picos
igual que el mar suena en las caracolas.
 
Navidad, crecimiento. Y lo viviente
con su inmortalidad de cada día.
Los pájaros no saben qué hacer con tanto cielo.
El cielo, el cielo, el cielo
proponiendo el olvido de la tierra
como los ojos de la amada
proponen el olvido de su cuerpo.
 

lunes, 25 de diciembre de 2023

AMANECE ESTA NAVIDAD.

 
-María Rosa Serdio González-
 
Camina lenta la Navidad
va por el bosque
¿qué buscará?
Aquí la escarcha.
Allá el acebo.
Cerca el rocío,
pronto el recuerdo.
Va caminando,
pisa su capa
rota de tiempos
y de batallas.
Aquí una pena,
allá un suspiro,
cerca la mano
presto el alivio...
Piensa despacio la Navidad
si este año conseguirá
por una hora,
por un segundo...
cubrir el frío
que tiene el mundo.
 

domingo, 24 de diciembre de 2023

POEMA DE NAVIDAD.

 
Ilustración autor desconocido.


Es la noche
del nacimiento de dios.
Cantando y
con instrumentos dorados
los ángeles se ciernen
sobre el pesebre, las alas
ni de cera
blanca ni de mármol. Así
han sido retratados:
bruñidos
prosaicos en el aire en clama,
alzan sus arpas sobre
las bestias que también se congregan,
los corderos y todos los asustados
pollitos aterciopelados... Y José,
en un rincón, se toca
la mejilla, lo que quiere decir
que está llorando...

Pero qué pequeño es, retirado
del hueco de la vida de su madre,
la carne tierna envuelta
en lino mientras las estrellas arrojan
luz para deleitar los sentidos
de quien carece de todo adorno.
 

sábado, 23 de diciembre de 2023

LOS LABIOS Y LOS OJOS.

 

Deja que apague en tu divino aliento
donde late el susurro de esas hojas
que prestan nido al ave, las congojas
y el inefable padecer que siento;

deja que busque linfas el sediento;
deja que busque entre las galas rojas
de ese abierto clavel con que sonrojas
a los jardines, bálsamo al tormento.

Deja que apague un huracán de antojos
en los labios que beso por sorpresa
aunque la acerba ingratitud expresen;

si te beso, alma mía, con los ojos,
y el alma siempre con los ojos besa,
deja a los labios que también te besen.
 

viernes, 22 de diciembre de 2023

HANS.


 
Vas a tomar de las palabras lo que pueda servirte para decir
de las formas impronunciables que adopta la tristeza.
¿Qué es lo que quisieras decir? Tal vez que por las noches
salías a ver cómo se formaba la tormenta,
y la electricidad del aire te capturaba como un halo
dentro del cual te convertías también en pura radiación,
en pura espera decidida, tensa. O que la primera
vez que te quedaste a solas con el aguacero pensaste
“no se cae la noche por ser tan hermosa”,
pero sin embargo temblaste, capturada
por esa forma insólita de la pasión que es el miedo.

Mirabas las ramas torcerse bajo el peso invisible

del viento, la violencia del agua arrancando las hojas,
el jardín expuesto en su desnudez. Un paisaje
hecho para el sol no resiste la visita de la noche.
¿Cómo diferenciar desastre de belleza?
Si es tan similar la devastación que ambos dejan detrás,
el desconsuelo que provocan al irse, si alguna vez han estado
cerca nuestro.

Eras, en la oscuridad de la tormenta, como una exploradora

que ha extraviado la brújula y espera, en la completa
soledad, una señal de los astros, una complicidad azarosa
e improbable que la lleve de regreso a casa.
No es verdad que las exploradoras no temen
ni que la infancia transcurre en una larga y luminosa mañana.
El miedo otorga un nombre como una moneda falsa
para comprar un espacio en el mundo, en el lenguaje.
Una palabra sola y el territorio de pura luz queda vedado,
minada la gratuidad de la única alegría real,
que es la del cuerpo.
 
 

lunes, 18 de diciembre de 2023

EL ARDOR DE LA SANGRE. Irène Némirovsky.

Némirovsky escribió este libro en un pueblo francés donde vivió sus últimos días antes de ser deportada al campo de concentración de Auschwitz a los 39 años. No vio la luz hasta su publicación en el año 2007.
 
SINOPSIS: “El ardor de la sangre” constituye todo un hallazgo que confirma a Irène Némirovsky entre los autores europeos más destacados del siglo xx. Todo ocurre en una tranquila villa de provincias francesa, a principios de los años treinta. Silvio, el narrador, ha dilapidado su fortuna recorriendo mundo. A los sesenta años, sin mujer ni hijos, sólo le queda esperar la muerte mientras se dedica a observar la comedia humana en este rincón de Francia donde, aparentemente, nunca sucede nada. Un día, sin embargo, una muerte trágica quiebra la placidez de esa sociedad cerrada y hierática. A partir de allí, emergen uno tras otro los secretos del pasado, hechos ocultados cuidadosamente que demuestran cómo la pasión juvenil, ese ardor de la sangre, puede trastornar el curso de la vida. Como en el juego de las cajas chinas, las confesiones se suceden hasta llegar a una última y perturbadora revelación.
 
 
“El ardor de la sangre”, novela póstuma de Irène Némirvsky, narra la vida de provincias en la Francia del periodo entreguerras. Esta novela se puede resumir en dos palabras: drama rural.
Ambientada en la Francia rural del primer tercio del S. XX. Ofrece un magnífico retrato de un entorno en donde todos se conocen y en el que las apariencias lo son todo. Lo que parecía un argumento amable y tranquilo, se transforma en una trama con tintes dramáticos. Una muerte transformará el plácido relato en una especie de investigación policial donde se pondrá al descubierto un pasado oculto que hará tambalear unas vidas que sus protagonistas creían transparentes, sinceras y ejemplares. Acciones de juventudes tapadas y mal cerradas que ahora vuelven para deshacer una paz familiar que se creía inalterable y sólida. Triángulos amorosos, celos, pasiones, envidias, traiciones que pone de relieve la historia.
Sylvestre o Silvio, un anciano que dilapidó su fortuna, será el encargado de narrar la historia en primera persona, aunque no sea el personaje principal de la trama, sino un personaje que observa los hechos y a través del cual la autora os deja interesantes reflexiones.
Sin embargo, a diferencia de otras novelas de Némirovsky, la denuncia de tono moral queda relegada y se prioriza la denuncia de la hipocresía.
 
La composición de la novela es obra de un artista que sabía del oficio. A ratos parece una novela epistolar o una especie de diario, y a ratos parece que ha existido la figura del narrador omnisciente.
Pese a que la obra no ocupe más de cien páginas y la trama peque de una cierta simplicidad, la escritura de la autora ucraniana, ofrece al lector algo todavía más interesante, y es penetrar en lo más profundo de la intimidad, de la historia y del pensamiento de la particular sociedad que retrata con una intensidad que crece conforme avanzar el relato.
Una novela contemplativa o costumbrista. La narración es desenvuelta, dando importancia a un doble, tanto en ambientación como en la introspección del ser humano.
Pero no es la trama ni los personajes lo más destacable de esta novela corta. Es la prosa de la autora; una prosa fluida, serena, cálida, envolvente… Una prosa que te hace leer páginas sin darte cuenta.
 
En la novela de Irène Némirivsky muestra a unos personajes que viven por y para los demás: miedo al qué dirán, deseo de guardar las apariencias, pánico al escándalo; sino que también muestra otra cara de la hipocresía: el engaño de uno mismo. Esta doble vertiente, la doble máscara, es la columna vertebral de los personajes. Donde la familia es un tema presente.
La autora os presenta, en un principio, unos personajes grises y anodinos que van ganando fuerza pasando de esa aparente sencillez a la complejidad de unas personalidades llenas de aristas.
Magistralmente, las perfiló desde la introspección, del análisis psicológico o de las situaciones que llevan al límite, que le servirán a la autora para mostraros las distintas caras en las que se puede presentar la conducta humana ante determinados hechos i situaciones, y que la deja a la iniciativa del lector para juzgar a cada uno de los personajes.
 
Lo recomiendo a todo el mundo. No sólo porque es una novela corta, sino porque trata temas inmortales que siempre estarán en el punto de mira porque, por muchos años que pasen, seguiremos siendo igual de humanos en nuestros más bajos instintos.