domingo, 28 de febrero de 2021

BUSCO ESCUCHO BUSCO.




                Busco escucho busco
Almaceno murmullos
me dejo traspasar
me convierto en eco
vibrando en silencio
encajando armonías
que se depositan
suavemente en mi interior.

                Busco vibro busco
Busco a tientas
la vibración sonora
que encaje exacta
que abra los códigos
ocultos en mi pecho
             nota a nota
             onda a onda
                      luz
                      sabor
                      canción
donde antes de yo nacer
se guardó el tesoro.

sábado, 27 de febrero de 2021

MECÁNICA DE LOS CUERPOS.


 

Acaricio tus formas
suaves
como dunas
que no hay;
beso tus pezones
                          enhiestos y rosados
como un amanecer.
Tu cuerpo, emblema
crepitante
              mi alma
                          tiembla
al puro estado de belleza.
                                       Tus ojos.
Reposa en ti el impulso
de una corriente
                        azul. Desciende
a mí
tu voz.

La armonía
conquista los espacios
                                    del tiempo
                                                   inasequible.

viernes, 26 de febrero de 2021

CANTO PARA ACUNAR.




Dulces sueños, formad una pantalla
Sobre la linda cabeza de mi niño;
dulces sueños de agradables corrientes
bajo rayos de luna felices y silenciosos.

Dulce sueño, que tus cejas tejan
con suave felpa una corona infantil;
dulce sueño, Ángel terso,
fluctúa sobre mi niño dichoso.
Dulces sonrisas, durante la noche
meceos sobre mi encanto;
dulces sonrisas, sonrisas de Madre,
cautivad la noche interminable.
Dulces lamentos, suspiros de paloma,
no alejéis el letargo de tus ojos,
dulces lamentos, sonrisas aún más dulces,
cautivad todos los lamentos de paloma.
Duerme, duerme, niño afortunado,
que toda la creación duerme y sonríe;
duerme, duerme felices sueños,
mientras tu madre llora sobre ti.

Dulce bebé, en tu rostro
puedo discernir la santa imagen;
dulce bebé, otrora como tú
yacía tu hacedor y lloraba por mí.

Lloró por mí, por ti, por todos
cuando era apenas un pequeñito.
Su imagen siempre verás,
rostro celestial que sobre ti sonríe,
A ti, a mí, a todos les sonríe;
quien se volvió un pequeñito.
Las sonrisas infantiles son sus mismas
sonrisas;
y cautivan con paz el cielo y la tierra.

lunes, 22 de febrero de 2021

LOBA NEGRA. Juan Gómez-Jurado.

Hace unas semanas os traía la reseña de "Reina Roja", un libro que me sorprendió para bien y me dejó con michísimas ganas de seguir conociendo a Jon Gutiérrez y a Antonia Scott.
Pues bien, en esta nueva novela ambos protagonistas se tendrán que enfrentar a un nuevo caso.


SINOPSIS:
 
SEGUIR VIVA: Antonia Scott no tiene miedo a nada. Solo a sí misma.
NUNCA FUE: Pero hay alguien más peligroso que ella. Alguien que podría vencerla.
TAN DIFÍCIL: La Loba negra está cada vez más cerca, esta asustada.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Lo primero que te diré es que no leas nada sobre "Loba negra". Ni reseñas, ni nada. Pero ¿entonces...? Entonces nada. Quítale la sobrecubierta al libro, no leas la faja, no leas nada. Bueno sí. "Loba negra" Y "Reina Roja" si no lo has hecho.
En este sentido, si el lector cree que se encontrará con una novela policial o negra como otras, se equivica. Si el éxito de Juan Gómez-Jurado se debe a algo, ha sido que ha dado con la tecla, o al menos eso parece porque sabe pulsar los resortes del thriller con fuerza y la medida justa, desarrollando caracteres fuertes y curiosos con los que el lector empatiza de inmediato, aunque tengan sombras, porque esas sombras son otras de sus virtudes, las zonas oscuras a las que se os invita a entrar en esta ocasión.
Merito es guiar paso a paso al lector por una investigación policial al uso, pero actualizada: policía y mafia enfrentadas, como de costumbre, como siempre fue y cómo seguirá siendo. La misma crueldad, las mismas malas sanas intenciones, pero en esta ocasión con más medios y dinero. El autor, en su eficacia, es capaz de crear enemigos potentes, dirísimos pero a la vez atractivos, y elegir para sus protagonistas la pertenencia a una organización de naturaleza opaca.
Así que, me limitaré a decir que, me he encontrado una novela con un ritmo distinto sin querer decir con esto que pierda intensidad, agilidad o emoción; a la que no faltan toques de humor, actualidad e ironía; y una trama que no da tregua con la que, sin duda, caeréis continuamente en el "un poco más" o "ya lo dejo". Y así, sin que te os deis cuenta, os habréis quitado unas cuantas horas de sueño, os habréis pasado de parada de bus o de metro y hasta puede que os hayais podido olivar de alguna cita, espero que no importante.
Sí, "Reina Roja" os gustó, sobra decir que tenéis que leer "Loba Negra" y es que el autor lo vuelve a conseguir: te sumerge en una trama sólida muy cinematográfica con giros que te dejan pegados al sillón o a la cama, manteniendo una tensión narrativa con subidas y bajadas al compás de un electrocardiograma que hará que disfrutes de la lectura y olvides el mundo real.

"Loba Negra" es una novela de fácil lectura, como era la primera parte. La novela trascurre bajo un hilo temporal lineal aunque los flashbacks serán importantes para entender la situación actual de los dos personajes. Deslunbra en esta obra la narración en sí misma, simple y a la vez completa, dura y cruda en unos momentos, hermosa y desenfadada en otros, palabras construidas a base de sufijos y prefijos, plagada de detales y referencias a películas, series y música.
Con unas descripciones que os situaréis en cada uno de los escenarios en los que trascurre la acción, convivir junto Antonia y Jon una investigación que va adquiriendo un ritmo frenético conforme vayáis abanzando a lo largo de la lectura. Esas descripciones se unen a unos diálogos inteligentes y ágiles, donde el autor permite que los personajes adquieran todo el protagonismo y se os daran a conocer. 
De esta forma, asistiréis a unas escenas llenas de visibilidad, en un thriller en el que el ritmo no decae en nigún momento. Aunque cierra madejas de hilos abiertos en la primera parte, en esta se deja igualmente otras abiertas sin saber el lector bien por qué.
El autor madrileño, nuevamente, ha conseguido mantenerme totalmente enganchado desde la primera hasta la última página, con una hisoria donde la acción, el misterio, la tensión, algún que otro giro que os va a sorprender acompañados de ciertos toques de humor que van a estar presentes a lo largo de toda la lectura, conseguirán que el libro os dure un suspiro.

"Loba Negra" cuenta de nuevo con Antonia Scott y Jon Gutiérrez como protagonistas, en un relato en el que el autor acaba lo que comenzó en "Reina Roja": la definición de ambos.
No es que Juan Gómez-Jurado haya desperdiciado las páginas sino que frena un pco la vorágine de "Reina Roja" y da espacio a sus personajes principales. Espacio para creer, para que sus relaciones personales se definan y prepararlas para lo que va a venir. Esa intención de profundizar en la relación de los personajes se prioriza sobre una acción que haga avanzar la historia en el camino que indicaba el final del libro anterior.
El contenido, es un thriller con fuerza, una narración vigorosa, en la que predomina el tratamiento psicológico de los protagonistas donde el autor logra un todo bien conjuntado para crear un resultado final que convence y sorprende por partes iguales.
Si hablamos de personajes no está de más hacer mención a las mujeres de la novela, muy diferentes entre ellas pero que tienen en común, una vez más, que son personajes con carácter, autenticos, podríamos decir que reinvindicativos.
Esclareceré, que tanto la novela de la que hoy os hablo como su predecesora son novelas autoconclusivas; por tanto, os encontraréis ante dos historias que comparten personajes, en los que hay un antes y un después, por lo que es más convenente leerlas en orden para disfrutar plenamente de su evolución.

Y llegados a este punto, creo que me he extendido demasiado y he dicho demasiadas cosas, os estoy entreteniendo en exceso y estáis perdiendo un tiempo precioso para ir a las librerías y comprar un ejemplar, ya que, por mucho que os cuente, "Loba Negra" no dejará de sorprenderos.
Y si no, ya me lo diréis cuando la terminéis.