Señalé a Mola, que se había quedado de pie, y dije:
- Te presento a mi amiga Mola.
-Hola, Mola. -Auri levantó la cabeza y sonrió-. Tienes el pelo del color del sol, como yo. ¿Te apetece una manzana?
Mola, precavida, mantuvo un gesto inexpresivo.
-Gracias, Auri. Sí, me apetece.
Auri se puso en pie de un brinco y corrió hacia las ramas del manzano que colgaban por encima del tejado. Luego volvió corriendo hasta nosotros; su cabello ondulaba tras ella como una bandera. le dio una manzana a Mola.
-Esta tiene un deseo dentro -dijo con toda naturalidad-. Asegúrate de que sabes lo que quieres antes de morderla. -Dicho eso, se sentó de nuevo y se comió otra judía, masticándola con recato.
Mola miró la manzana largo rato antes de darle un mordisco.
Fragmento: "El nombre del viento". -Patrick Rothfuss-.
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