Llega por fin el mes de Agosto y las vacaciones hacen acto de presencia para muchas personas. Me alegro mucho por ellas, porque el mes será más relajado, desconectar, recargar energías; aunque en ocasiones, sobre todo si se han programado viajes, el cansancio no deja de estar presente. Pero, ¡bendito cansancio!, como diríamos muchos. Y a los que ya han regresado del placer de no hacer nada o a los que no se puedan ir, a ambos, les pido un poco paciencia y conformidad, aquí les dejo está poesía. Para poder sobrellevar mejor en la ciudad los rigores de este verano y esta calor.
Ilustración: Silvina Socolovsky.
AGOSTO.
En agosto
mi ciudad es una uva
que madura
y se hace mosto.
Del asfalto sale humo
y la calle se hace zumo
de cemento
y hormigón.
Las farolas se derriten
y no encuentran escondite
para escapar
del calor.
Y en lo más alto del cielo,
el Sol es un caramelo
pegajoso
de limón.
El sol es un caramelo…
¡Cómetelo, nubarrón!
Texto: Pedro Mañas.
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