miércoles, 2 de enero de 2013

CUENTO PARA EL PRIMER DÍA DEL AÑO.


Ilustración Giedra Purlyté-Mazrimiene.
 
LA LLAVE DE ORO.
 
Erase una vez un pobre niño que vivía en una cabaña cerca del bosque. Un día de invierno glacial, salió a  buscar leña pese a la espesa nieve. Tras recoger y cargar la leña en su trineo, el pequeño tenía tanto frío que decidió encender un fuego para calentarse un poco. Escarbó un poco en la nieve y, cuando quedó al descubierto el suelo helado, se quedó sorprendido al encontrar una pequeña llave de oro.
- Si hay una llave -pensó- la cerradura debe de estar cerca.
Entonces quitó la tierra y descubrió un cofre metálico.
- ¡Ojalá ésta sea la llave! -pensó el muchacho-. Este cofre debe de encerrar algún tesoro.
Movió el objeto en todos sentidos y, al final, descubrió la cerradura: el agujero era tan pequeño que apenas se veía. La llave entró sin ningún problema. El muchacho la giró delicadamente y...
Ahora tendremos que esperar a que levante la tapa para saber, al igual que él, qué maravillosos tesoros esconde el cofre.

Así tendríamos que empezar este nuevo año, que los mejores pronosticos se cumplan con la misma ilusión que el niño al abrir su cofre.  FELIZ AÑO NUEVO!!!!!

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