sábado, 29 de noviembre de 2014

DE AQUEL AMOR GUARDO SIEMPRE.



 

De aquel amor guardo siempre,
como reliquias sagradas
una rosa y un recuerdo
un suspiro y una lágrima.
Misterios de mi ternura:
guardo lo que nadie guarda.
Óyeme: duerme la rosa
de un libro en las hojas pálidas
la contemplo, y de tu imagen
nace el recuerdo del alma;
y del recuerdo, el suspiro;
y del suspiro, la lágrima.

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